Trabajadores le dan a sindicatos 2,924 millones cada año y líderes los gastan sin rendirles cuentas
Por Efren Flores/Sin Embargo – Las cuotas sindicales son una mina de oro para los sindicatos en México. Sus millones de trabajadores, sólo con un salario mínimo diario, les aportan entre 731 y 2.9 mil millones de pesos (mdp) al año, según un cálculo de SinEmbargo con cifras oficiales.
Aunque la Ley obliga a los sindicatos a rendir cuentas a sus directivos, sus trabajadores y al Gobierno, su mina dorada tiene un muro de opacidad.
Ciudad de México, 15 de agosto (SinEmbargo).- Los mexicanos sindicalizados aportan entre el uno y el cuatro por ciento de su salario mensual para el pago de cuotas sindicales. Pero el destino de su dinero es incierto, en un país con sindicatos“tradicionalmente opacos” que constituyen “uno de los mayores retos” para la transparencia y la rendición de cuentas a nivel nacional, de acuerdo con el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados.
En México hay 1 millón 977 mil 354 trabajadores sindicalizados, según cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). Sólo si ganaran el salario mínimo general vigente (3 mil 080 pesos al mes) estarían aportando entre 30.80 y 123.20 pesos mensuales por cabeza, a sus respectivos sindicatos. Esta cantidad implicaría ingresos mínimos anuales de 731 a 2 mil 924 millones de pesos para todo el gremio sindical.
Pese a que la Ley Federal del Trabajo (artículos 371 fracción XIII y 373) obliga a los sindicatos a presentar “la cuenta completa y detallada” de su patrimonio a la directiva sindical e incluso a sus trabajadores, la información de muchos sindicatos es nula o parca.
“No dan informe alguno. […] De las cuotas sindicales no se habla nada”, dijo a SinEmbargo Alberto Orozco, integrante de la Coalición Postal por una Democracia Sindical, que representa a más de 300 agremiados disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores del Servicio Postal Mexicano (SNTSepomex).
La situación descrita por Orozco no es excepcional. De acuerdo con la encuesta nacional de “Confianza en Instituciones 2018″ de Consulta Mitofsky, la ciudadanía tiene “confianza baja” (5.4 de 10 puntos) en los sindicatos. Esto coincide con los resultados de la última “Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas” (2012) de la Secretaría de Gobernación (Segob) que, asimismo, indican bajos niveles de confianza (5.2 de 10 puntos, en promedio).
Por su parte, el CESOP de la Cámara de Diputados refiere que hoy en día (2016) “la consolidación de los procesos de rendición de cuentas en nuestro país afronta uno de sus mayores retos en el acceso a la información de las organizaciones sindicales”.
Ello a pesar de la “incipiente” implementación de mecanismos de transparencia sindical de los últimos años, en un entorno de “fuertes resistencias” ofrecidas por líderes y directivos sindicales, “que denota la magnitud de un fenómeno caracterizado por la opacidad que ha permeado tradicionalmente en los gremios laborales en México”.
CASOS EMBLEMÁTICOS
SinEmbargo calculó el ingreso mínimo aproximado, por cuotas sindicales, de nueve de los principales organizaciones laborales a nivel nacional, con base en datos del Gobierno federal y de los estatutos y contratos colectivos de los sindicatos.
Entre los sindicatos analizados estuvieron los de los trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM), de la Educación (SNTE), de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), de los Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), de los Petroleros de la República Mexicana (STPRM), del Seguro Social (SNTSS), del Servicio Postal Mexicano (SNTSepomex), de Telefonistas de la República Mexicana (STRM) y el de los Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM).
Dichos sindicatos tienen ingresos mínimos aproximados de 194 millones 532 mil 225.84 pesos anuales en conjunto, por concepto de cuotas sindicales que, según la normatividad de las propias organizaciones, es utilizado para “sufragar los gastos ordinarios” de operación y para formar “fondos sindicales de resistencia” (que son subsidios a trabajadores en protesta o huelgas de larga duración).
El sindicato de Alfonso Cepeda Salas(SNTE) es el que mayores ingresos tendría. Los trabajadores sindicalizados de la educación (1 millón 619 mil 990 personas) tienen ingresos mínimos de 6 mil 195.49 pesos al mes, en promedio, y cada uno de ellos aporta el uno por ciento de su salario bruto mensual. Esto implica ganancias anuales de al menos 100 millones 366 mil 318.45 pesos para el SNTE.
En segundo lugar estaría la organización presidida por Arturo Olivares Cerda(SNTSS). Los 359 mil 069 trabajadores sindicalizados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pagan el dos por ciento de su salario nominal (o en efectivo) cada mes, que suponen un ingreso mínimo de 39 millones 179 mil 388.54 pesos anuales para el SNTSS.
En tercero, cuarto y quinto lugar estarían los sindicatos de Víctor Félix Flores Morales (STFRM), Carlos Antonio Romero Deschamps (STPRM) y Víctor Fuentes del Villar (SUTERM).
Los trabajadores ferrocarrileros pagan el cuatro por ciento de su salario nominal mensual, además de una inscripción de “una sola vez” de 50 pesos al momento de su inscripción.
Por cuotas sindicales, el STFRM tiene ingresos aproximados de 19 millones 068 mil 031.45 pesos al año, sin considerar los ingresos que tenía por las cuotas (uno por ciento) sobre pensiones de ex trabajadores ferrocarrileros, que fueron canceladas por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) en marzo de 2019, y que implicarán “ahorros al erario del orden de los 18 millones de pesos al año”.
En cambio los trabajadores petroleros aportan el 2.5 por ciento de sus ingresos nominales y generan una bolsa de al menos 16 millones 500 mil 657.71 pesos al año. Esta cantidad es equiparable al 8.15 por ciento del flujo de recursos públicos (202 millones 382 mil 400 pesos) anuales que recibe el sindicato liderado por Romero Deschamps, del que no hay facturas o comprobantes disponibles.
Los electricistas también pagan una inscripción (25 pesos) de “una sola vez”; y a partir de su afiliación donan el dos por ciento de su salario nominal mensual, que genera ingresos de al menos 10 millones 307 mil 947.29 pesos al año para el SUTERM.
Por su parte, los sindicatos de Francisco Hernández Juárez (STRM), Agustín Rodríguez Fuentes (STUNAM), Manuel Fermín Acevedo González (SNTSepomex) y Napoleón Gómez Urrutia (SNTMMSRM) aportan entre el uno y el 2.5 por ciento de sus salarios mensuales. De ese modo, el STRM se embolsa 5 millones 828 mil 211.40 pesos anuales; el STUNAM, 1 millón 604 mil 423.36 pesos al año; el SNTSepomex, 1 millón 321 mil 018.11 pesos anuales; y el SNTMMSRM, al menos 356 mil 229.53 pesos al año.
En el caso del Sindicato de Correos de México, las cláusulas de sus estatutos también refieren una cuota extraordinaria del dos por ciento del sueldo nominal mensual, que sería equiparable a la cuota ordinaria. Sin embargo, los lineamientos del sindicato no especifican el periodo de cobro de la cuota extraordinaria, aunque casi siempre es por “acuerdo general”.
RENDICIÓN DE CUENTAS
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) ordenó en febrero de este año que el Sindicato de Carlos Romero Deschamps publicara sus gastos, resultados de auditoría, contratos, convenios y/o licitaciones, así como la “relación detallada” de los recursos –en efectivo y/o en especie– que ejerce, y el destino final de los mismos.
Pero en abril de este año, el comisionado presidente del INAI, Francisco Javier Acuña Llamas, dijo a SinEmbargo que el INAI ha tenido problemas constantes con el Sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), ya que además de “eludir” y de “no responder” a las resoluciones del Instituto, el sindicato se ampara “y los jueces de amparo le han otorgado las suspensiones, tanto provisionales como definitivas”.
Entre enero de 2003 y marzo de 2019, el STPRM no atendió las 277 solicitudes de información de la ciudadanía que fueron hechas a través del INAI, por lo que según Acuña, es un caso “lamentable”, “emblemático y negativo”, pero no singular.
Los resultados de la “Verificación Vinculante 2018” –que evaluó el nivel de cumplimiento en materia de obligaciones de transparencia de 870 entes obligados– indica que a pesar de que en promedio el 87.9 por ciento de los sujetos verificados atendió sus responsabilidades de ley, los sindicatos y fideicomisos tuvieron los menores niveles de cumplimiento.
Lo anterior se da en un contexto en el que el Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió democratizar y transparentar a los sindicatos, “sin imponer dirigentes” o tener “sindicatos predilectos”. El 13 de marzo de este año, el Primer Mandatario anunció que su Gobierno dará “mayor transparencia” a las cuotas sindicales, lo que ayudará a mejorar las condiciones laborales de los mexicanos y para no poner en riesgo a las empresas (privadas o del Estado).
La democratización del gremio sindical –junto con las reformas legales– es un paso fundamental para lograr la adecuada transparencia y rendición de cuentas de los sindicatos en México, refiere el CESOP.
Su informe de “Transparencia sindical y opinión pública” (2016) concluye que “los escenarios que se vislumbran en torno al tema de la transparencia de las organizaciones sindicales, estarán determinados en parte por las reformas legislativas que las fuerzas políticas logren consensuar al respecto, pero más bien por las acciones que los propios trabajadores organizados logren implementar en un contexto particularmente difícil para el movimiento sindical independiente como lo es el actual”.
En ese sentido, un análisis sobre “La rendición de cuentas de los sindicatos: las cuotas sindicales” (2012) del investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM Alfredo Sánchez Castañeda, indica que “el problema no se encuentra en el cómo de la rendición de cuentas, sino en el diseño del sindicalismo en México”, que representa el reto de “reforzar los mecanismos de representatividad y, paradójicamente, de libertad sindical para asegurar la transparencia sindical”.