Unos 40.000 argentinos están varados en el extranjero por la variante Delta
Por RFI
El efecto colateral de la lucha de las autoridades argentinas contra la variante Delta es la imposibilidad para miles de viajeros argentinos de regresar al país, pues las llegadas desde el extranjero se han reducido de manera drástica.
Escasamente 600 personas por día pueden entrar a la Argentina hasta el 31 de agosto en vista de las restricciones del gobierno para luchar contra la variante Delta.
Numerosos vuelos han sido cancelados y decenas de miles de argentinos están varados, sin poder regresar a casa durante varios meses, afrontando numerosos problemas, entre otros, los ahorros que se agotan y los tratamientos médicos difíciles de seguir en el extranjero.
Javier Caldela salió el 17 de junio a pasar quince días de vacaciones en Panamá. Su vuelo de regreso fue cancelado debido a las restricciones de entrada a la Argentina decretadas por el gobierno.
“Llevaba tres años ahorrando para este viaje. Es injusto que el gobierno cambie las reglas mientras uno está en el extranjero”, dice Caldela a RFI.
La solución de la compañía aérea es tomar un vuelo en septiembre, es decir, dos meses de espera en el extranjero. Javier, por supuesto, no puede permitírselo.
“Soy asalariado. Esto es un problema para mi trabajo en Mar del Plata. No tengo ni siquiera una maleta. Sólo había previsto una bolsa para mis dos semanas de vacaciones”, agrega.
Beltrán Brion, de 21 años, estudia finanzas en Sudáfrica y llevaba ocho meses sin ver a su familia.
“Tenía pensado volver a la Argentina, pero ya no hay vuelos, así que es imposible por el momento. Me enfada, porque para mí es inconstitucional”, dice.
El gobierno argentino asegura que quienes han salido al extranjero en los últimos meses han aceptado esa eventualidad y por eso firmaron una declaración jurada.
A pesar de ello, los diputados de la oposición han presentado un recurso para anular la cuota de entrada diaria de 600 personas.