¿Confiar ciegamente en la ciencia puede afectar los avances científicos?
La ciencia ha ayudado a encontrar respuestas a los grandes misterios que rodean a la humanidad. Pero, ¿creer ciegamente en ella puede afectar el desarrollo de avances científicos? La duda se presenta en un momento donde la pandemia ocasionada por el COVID-19 ha dado mucho de qué hablar y ha dado lugar al surgimiento de teorías conspirativas. Específicamente, aquellas que aseguran que las vacunas más allá de protegernos del coronavirus, son un arma de control.
La misma situación se presenta con el cambio climático y la teoría de la conspiración que asegura que este fenómeno no es real y que no es más que un invento de los gobernantes del mundo. Se trata de falsas creencias que pueden provocar conductas extremistas y hasta dicotómicas, es decir, generar dos corrientes de información sobre un mismo tema.
Las personas que confían en la ciencia tienen mayor probabilidad de difundir afirmaciones falsas
Un artículo publicado en la revista Journal of Experimental Social Psychology revela que las personas que confían ciegamente en la ciencia tienen mayor probabilidad de difundir afirmaciones falsas en comparación con las personas incrédulas o reacias a la ciencia.
Por lo general, estas “afirmaciones” están respaldadas por supuestas referencias científicas. Sin embargo, la falta de crítica y el exceso de confianza pueden llevar a las personas a caer la pseudociencia.
¿Por qué sucede esto? Hay estudios que aseguran que a las personas con este patrón de comportamiento se les hace más fácil creer en las versiones más simples. Sin embargo, “la explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera”, dicta el principio filosófico y lógico de la ‘navaja de Ockham’. Básicamente, eso sucede porque la información que algunos grupos ofrecen sobre un tema en cuestión es más fácil de comprender y no requiere mucho esfuerzo para llegar una conclusión.
Pero, ¿cómo la confianza excesiva puede afectar los avances de la ciencia?
Si consideramos el caso de las vacunas contra el COVID-19 y la falsa creencia de que se desarrollaron para controlar a la población, ¿qué crees que pueda suceder? La negativa de la población a vacunarse afecta la lucha contra el coronavirus y provoca que la pandemia se extienda por mucho más tiempo.
En efecto, genera graves repercusiones a nivel económico y social. Básicamente, porque la amenaza sigue latente y el miedo por contraer la enfermedad evita que las personas puedan retomar sus actividades. Incluso, que se avalúe como reacciona la población a la vacuna.
Afortunadamente, los gobiernos y entidades sanitarias han sabido palear esta situación. Sin embargo, es un caso hipotético de cómo creer excesivamente en algo puede perjudicar los avances de la ciencia.
Un experimento bastante interesante
Para avaluar este comportamiento y la reacción de las personas a artículos supuestamente respaldados por estudios científicos. Los investigadores crearon dos historias ficticias: una sobre un virus (COVID-19) creado como arma biológica y la otra sobre una teoría de la conspiración sin fundamento sobre los efectos de los organismos modificados genéticamente.
Cada historia fue puesta a disposición de más de 600 personas, elegidas al azar para leer versiones científicas y no científicas de ellas. Como resultado obtuvieron que, las personas que tenían mayor confianza en la ciencia tenían más posibilidades de difundirlas.
Si bien lo correcto es confiar en la ciencia, se debe tener sentido de evaluación crítica. De esa forma, podremos ver más allá de lo que otras personas nos quieran vender como contenido fidedigno. Así evitamos ser parte de una cadena de desinformación que puede provocar retrasos en el desarrollo de avances científicos e incluso de la sociedad como tal.