¿Es posible crear un agujero negro de laboratorio que destruya la Tierra?
Una de las mayores incógnitas en la actualidad es cómo funciona un agujero negro y qué pasa en su interior. Para los científicos estas respuestas son difíciles de hallar estudiando el fenómeno desde la distancia, así que se han propuesto crear modelos de agujeros negros en los laboratorios, al alcance de sus ojos y de sus experimentos. Pero, ¿realmente se pueden hacer agujeros negros en la Tierra?
Existen muchos análogos, pero ninguno es un “agujero negro”
La física cuántica nos ha sorprendido en más de una ocasión creando soles artificiales o relojes atómicos. Pero no parece ser capaz de generar un agujero negro en todo su terrorífico esplendor.
Hasta ahora todo lo que hay son “análogos” de agujeros negros, que recrean las leyes del espacio-tiempo predichas por Albert Einstein y Stephen Hawking en sus estudios de laboratorio. Sin embargo, es un hecho que los físicos están tratando de reproducir un agujero negro a escala miniatura.
Si observamos los primeros modelos conocidos como “agujeros tontos”, entre 1980 y la década de los 2000, notaremos que en nada se parecen a los modelos actuales.
Los primeros eran básicamente piscinas de agua que llevaban al límite las leyes físicas para estudiar la radiación, la velocidad de reacción y el espectro térmico que emiten los agujeros negros cuando comen estrellas. Mientras que ahora los “agujeros negros de laboratorio” son juegos de láseres condensados que utilizan el sonido y la luz para crear energía.
Al desarrollar el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en 2008, los físicos cuánticos se acercaron mucho más a las colisiones de protones que se generaban en el espacio. Pero aún así la Tierra no es como el espacio, por lo que existen limitaciones muy fuertes que deben vencer para generar un verdadero agujero negro de laboratorio.
¿Qué se necesita para crear un agujero negro en la Tierra?
Para empezar es necesario emular el flujo cósmico. Es decir producir cien millones de veces la energía creada por el LHC y dispararla en todas las direcciones. Algo que es físicamente imposible incluso para los análogos más modernos como el LIGO y Virgo o el Event Horizon. La única opción posible sería que se crearan otros cien millones de colisionadores y se reunieran en un punto estratégico.
Además, existe un detalle mucho más importante vinculado al conocimiento. Para crear cualquier cosa es primero necesario conocer cómo funciona. Lo que es un problema, ya que paradójicamente eso es lo que los científicos están buscando con estos prototipos miniatura.
Por tanto, es poco probable que algún día la raza humana cree un agujero negro de laboratorio tal y como los que han retratado en el espacio… Por suerte.
La Tierra no está preparada para un agujero negro de laboratorio
Seguramente nadie quiere imaginar una realidad paralela en la que los científicos accidentalmente crean un agujero negro en la Tierra. No solo por el peligro inminente de que trague todo el espacio y el tiempo visible, conocido como “horizonte de eventos”, sino por lo que implicaría crearlo.
Se cree que los agujeros negros se forman cuando una gran estrella colapsa sobre sí misma. En teoría esto puede lograrse con energía de fusión fría, similar a la que se usan en los soles artificiales. Pero implicaría también el fin de la raza humana antes de lograr crear el agujero, pues habría que “prenderle fuego” a la atmósfera.
“La esencia es que la fusión nuclear a temperatura ambiente podría desencadenar una reacción en cadena que, en esencia, sería como un mini-Big Bang, o muchos mini-Big Bangs”.
Tristan Greene, investigador en física cuántica
Los científicos tienen un gran ego, pero no el suficiente como para destruir la Tierra en busca de una respuesta. Así que podemos estar tranquilos con respecto al tema. Si la determinación humana destruye el planeta, no será utilizando agujeros negros de laboratorio.