¿Un parásito cerebral puede volverte más atractivo?

El parásito cerebral en cuestión es el Toxoplasma gondii y parece ser que tiene propiedades ocultas que vuelven atractivas a las personas.

Se cree que el invasor microscópico infecta hasta el 50 por ciento de las personas. Los estudios sobre este parásito sugieren que puede alterar el comportamiento humano y el de muchos otros animales.

 

Este parásito se ha relacionado con una amplia gama de trastornos neurológicos, incluidos la esquizofrenia y los episodios psicóticos. Al tratarse de un parásito interesante, los científicos lo estudian constantemente. Por esa razón aparecen más efectos misteriosos vinculados con la infección.

El nuevo estudio comprobó que los hombres y mujeres infectados por el parásito terminaron siendo calificados como más atractivos. Pero no solo eso, también los calificaron con un aspecto más saludable que las personas no infectadas.

A primera vista, eso puede sonar extraño e improbable. Pero dicen los científicos que el fenómeno podría tener sentido desde el punto de vista de la biología evolutiva.

¿Por qué el parásito cerebral te vuelve más atractivo?

Los investigadores plantean la hipótesis de que algunos de los efectos del T. gondii pueden beneficiar ocasionalmente a los animales infectados. Y, por lo tanto, también podría beneficiar al parásito, pues lo ayudaría a estimular sus propias perspectivas de transmisión.

En un experimento con ratas macho infectadas con Toxoplasma los investigadores percibieron que estas parecían ser más atractivas sexualmente puesto que las hembras no infectadas las preferían como parejas sexuales.

Desde hace tiempo se intenta observar efectos similares en casos humanos de infección por T. gondii. Algunas evidencias sugieren que los hombres infectados tienen niveles más altos de testosterona que los hombres no infectados.

Además, los científicos sospechan que los hombres con niveles más altos de testosterona podrían ser más propensos a infectarse con el parásito.

Sin embargo, una visión alternativa es que el parásito podría ser capaz de alterar sutilmente el fenotipo de su huésped. Lo haría manipulando sustancias químicas en el cuerpo del huésped, como neurotransmisores y hormonas, para sus propios fines posteriores.

Probar hipótesis

Algunos parásitos de transmisión sexual, como T. gondii, pueden producir cambios en la apariencia y el comportamiento del huésped humano. Dicen los investigadores que esos cambios podrían ser un subproducto de la infección o bien un resultado de la manipulación del parásito para aumentar su propagación a nuevos anfitriones.

 

Para probar esta hipótesis, los investigadores compararon a 35 personas (22 hombres, 13 mujeres) infectadas con T. gondii contra 178 personas (86 hombres, 92 mujeres) que no portaban el parásito. Todos los participantes, incluidos los infectados, eran estudiantes universitarios sanos.

Después de una serie de pruebas diferentes, los investigadores encontraron que los sujetos infectados con Toxoplasma tenían una asimetría fluctuante facial significativamente menor que las personas no infectadas.

La asimetría fluctuante es una medida de la desviación de las características simétricas, y los niveles más bajos de asimetría. Lo que quiere decir que tienen una simetría más alta y, por lo tanto, una mejor salud física, buenos genes y atractivo, entre otras cosas.

Los investigadores encontraron que las mujeres portadoras del parásito tenían una masa corporal más baja y un IMC más bajo que las mujeres no infectadas. Además, reportaron tanto un mayor atractivo autopercibido como un mayor número de parejas sexuales.

Las personas que resultaron más atractivas eran las que estaban infectadas con el parásito cerebral. Créditos: Universidad de Turku.

Más atractivos ante los demás

En un experimento separado, un grupo de 205 voluntarios calificaron las fotografías de los rostros de los participantes. Los evaluadores encontraron que los participantes infectados con el parásito cerebral se veían más atractivos y saludables que los participantes no infectados.

Al interpretar los resultados, los investigadores dicen que es posible que la infección por T. gondii produzca cambios en la simetría facial de sus huéspedes a través de cambios en variables endocrinológicas, como los niveles de testosterona.

Además, el parásito también podría estar influyendo en la tasa metabólica de los huéspedes, influyendo en su percepción de la salud y el atractivo.

Los investigadores reconocen que el pequeño tamaño de la muestra de su experimento es un factor limitante para su análisis estadístico. Por esa razón, se necesitarán estudios futuros con un mayor número de participantes para confirmar o negar su hipótesis general.

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