¿Cuál es el origen del símbolo del corazón?

¿Quién no ha dibujado alguna vez esa famosa figura del amor? Aparece constantemente en todas partes, pues lo usamos a diario en contextos románticos o sentimentales. Sin embargo, el origen del símbolo del corazón en realidad no es tan tierno como seguramente habrás imaginado.

Para conocer la historia del símbolo del corazón debemos trasladarnos hasta la costa de la Antigua Grecia, cerca de la antigua ciudad de Cirene, en donde se ubica la actual Libia. Allí, el comercio fue próspero y sorprendentemente rápido, gracias a que en la costa crecía una planta muy codiciada: el silfio.

Ruinas de Cirene

El silfio, conocido como laserpicio en latín, era una especie de hinojo gigante que los antiguos griegos y romanos utilizaban con diferentes fines, como condimento, perfume, afrodisíaco y para preparar medicinas.

La primera referencia que tenemos sobre su uso es del historiador griego Heródoto:

“Confinan con estos los Giligamas, situados hacia Poniente hasta la isla Afrodisiada. Frontera del medio de este país viene a caer la isla Platea, que poblaron los Cireneos. En su continente se halla el puerto de Menalao y también la región de Miris en que los Cireneos habitaban. Desde allí comienza el silfio, que desde la isla de Platea se extiende basta la boca o entrada de la Sirte”.

Sin embargo, la verdadera fama del silfio radicaba en otro de sus beneficios: poseía propiedades anticonceptivas.

O al menos eso era lo que pensaban los antiguos griegos y romanos, quienes lo preparaban como un brebaje y lo consumían para evitar embarazos no deseados. Dentro de todos los métodos anticonceptivos extraños de la antigüedad, podemos asegurar que definitivamente este era uno de los más aceptables.

Este brebaje se hizo tan popular que comenzó a escasear muy rápido, al punto que los compradores, desesperados, ofrecían pagar su peso en oro para conseguirlo. Esto causó que la planta se extinguiera en el siglo I d.C.

 

Sin embargo, también se ha teorizado que otras fueron las causas de su desaparición, además de su sobreexplotación. Entre ellas, destaca el cambio climático que sufrió el norte de África, lo cual afectó directamente la zona en donde crecía esta planta, que no era más que un terreno de unos 200 x 40 kilómetros.

Además, se cree que su propia naturaleza evitó que los romanos lograran “domesticar” dicha planta. El silfio era un híbrido natural, así que se reproducía de manera asexual, lo que quiere decir que, aunque los romanos quisieran cultivarlo, no podrían.

¿Y qué tiene que ver el silfio con el símbolo del corazón? Pues nada más hay que echarle un vistazo a sus semillas, las cuales tenían la curiosa forma que ya conocemos.

Moneda de plata de Cirene

Esta es una moneda de plata de Cirene, que muestra una gavilla de silfio en una cara, y en la otra, una de sus semillas, la cual tiene la forma exacta del símbolo del corazón.

Aún podría existir y no lo sabemos

La verdad es que no conocemos realmente la forma del silfio, más allá de los pequeños indicios que tenemos sobre la forma de su semilla o descripciones acerca de la planta. Una de las más detalladas es de Teofrasto:

“El silfio tiene una gran cantidad de raíces gruesas; su tallo es como del tamaño de un codo, y es casi tan grueso; la hoja, que ellos llaman maspeton es como el apio: tiene un fruto ancho, que es como la hoja, por así decirlo, y le llaman phyllon”.

Y como se han hecho pocas investigaciones acerca de esta planta y la zona en la que crecía, en la actual libia, se cree que aún podría existir, pero simplemente no lo sabemos.

¡Ahora ya lo sabes! Luego de conocer el origen del símbolo del corazón, seguramente no volverás a verlo de la misma manera.

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