¿Por qué los seres humanos no pueden beber el agua de mar?
El agua es esencial para garantizar la supervivencia de nuestras células, pero eso no significa que todo líquido sobre la Tierra sea apto para el consumo. Beber agua de mar, por ejemplo, es letal para los seres humanos.
La mayoría piensa que es por la cantidad de bacterias y patógenos que la contaminación ha arrojado a los océanos. Sin embargo, varios estudios han revelado que la única razón por la que el agua de mar está prohibida es porque nuestros riñones no pueden soportarla.
¿Qué contiene el agua de mar que aleja a los seres humanos?
En palabras simples, el agua de mar contiene demasiada sal disuelta en el fondo marino. Un 3,5% más de la que nuestras células pueden absorber según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Lo que significa que esa salinidad iría directamente a nuestro intestino, provocando náuseas, diarrea o acidez.
Las células humanas requieren de agua “pura” o “filtrada”, ya que la membrana celular no puede diluir las grandes moléculas de sal. Mientras más alta es la concentración de sales, más energía se gasta intentando filtrar el exceso.
De forma similar, los riñones no pueden producir una orina más salada de lo que es nuestra sangre. Esto debido a que la orina se almacena en la vejiga, y como tal, sería riesgoso para el organismo mantener una gran cantidad de líquido salado tan cerca de los órganos.
Por lo tanto, beber agua de mar no es recomendable para ningún ser humano, pues luego tendrían que purificar su cuerpo con medicamentos para poder diluirla.
Quienes lo intentan, pueden sufrir dos condiciones bastante críticas, dependiendo de la concentración salina que hayan bebido.
La primera, la deshidratación
Si bebieron el equivalente a una taza de agua de mar, es probable que sientan la boca seca y tengan sed al cabo de unos minutos. Esto es algo habitual en las personas que son salvadas de un ahogamiento, ya que el agua salada entra por su boca y nariz.
Por fortuna, esto puede corregirse ingiriendo una mayor cantidad de agua potable. Aproximadamente el doble del volumen de agua de mar.
La segunda, la muerte por deshidratación
Si superamos las dos tazas, es posible que beber agua de mar sea letal para el organismo. Las células se pueden secar por el exceso de sal, por no mencionar que las venas pueden contraerse. Lo que haría que el cuerpo pierda poco a poco el agua que le queda hasta provocar la muerte.
Existen casos de marineros que han muerto por una deshidratación acelerada. Es decir, por la reacción que provoca beber agua de mar en exceso. Así que el agua salada nunca podrá saciar nuestra sed como lo hace el agua potable. Lo que puede ocasionar es el efecto contrario, es decir, hacernos sentir más sedientos.
Entonces, ¿el agua de mar en los océanos no se puede beber?
El agua salada es más del 96% del agua líquida que cubre al planeta. Sin embargo, el ser humano todavía no puede beberla directamente, sin el debido proceso químico para extraer el exceso de salinidad.
Ahora bien, hay animales que son capaces de beber agua de mar. Por ejemplo, los albatros, las gaviotas y los pingüinos. O ciertos mamíferos marinos como las ballenas, los delfines y las focas.
¿Por qué? Los científicos no están del todo seguros, pero piensan que podría ser algún tipo de evolución para adaptarse a su ecosistema. Después de todo, ambas especies viven en mar abierto, sin agua dulce a la vista.
La Audubon Society cree que estos animales tienen glándulas especializadas en sus picos para purgar el exceso de sal en los océanos. De esta manera, al beber agua de mar, no permiten que las sales lleguen a su estómago. Ni tampoco que la sangre absorba estas moléculas dañinas.
“Los mamíferos marinos han adaptado enzimas especiales y estructuras celulares que les permiten purgar el exceso de sal. Es como si tuvieran súper riñones”.
Audubon Society
Puede que los humanos evolucionen para adaptarse también al agua salada. En especial, si continúa la escasez de agua potable. Pero, de momento, lo mejor es abstenerse del impulso de beber agua de mar y comprar las nuevas soluciones científicas que nos permiten obtener agua potable del aire seco.