Alemania: crecimiento económico se ralentiza al 0,6 por ciento en 2019

Por Deutche Welle

Este miércoles (15.01.2020), la Oficina Federal de Estadística (Destatis), informó que la economía alemana creció en 2019 un 0,6 por ciento.

El producto interior bruto (PIB) de la mayor economía europea registró el pasado ejercicio su menor avance desde 2013, lastrada por la guerra comercial, el “brexit” y los problemas de la industria nacional del automóvil.

“La economía alemana ha vuelto a crecer, pero con menor dinamismo”, explicó en rueda de prensa Albert Braakmann, responsable de las estadísticas macroeconómicas de Destatis.

Destaca el comportamiento del sector exterior, afectado por las disputas comerciales. Las exportaciones -puntal de la economía alemana- apenas aumentaron un 0,9 por ciento con respecto al año anterior, mientras que las importaciones se incrementaron en un 1,9 por ciento.

En el ámbito interno, el consumo privado volvió a sostener el crecimiento, con un aumento del 1,6 por ciento, y el gasto público subió en un 2,5 por ciento en términos interanuales.

Huellas de la guerra comercial y “brexit”

La inversión en bienes de equipo apenas avanzó un 0,4 por ciento, evidenciando las dudas del sector privado con respecto a la evolución futura de la economía a causa de la guerra comercial y el “brexit”, y la construcción se desmarcó del resto de partidas y repuntó un 3,8 por ciento.

El conjunto del Estado -el Gobierno federal, los Länder, los municipios y la caja de la Seguridad Social- cerró el ejercicio con un superávit conjunto de 49.800 millones de euros, lo que supone un 1,5 por ciento del PIB. En comparación, en 2018 el superávit estatal había ascendido a 62.400 millones de euros.

Se temió recesión técnica

La economía alemana ya había dado señales de ralentización a lo largo de 2019 y de hecho se temió que pudiese entrar en recesión técnica -dos trimestres consecutivos de contracción de la economía- al cerrar en negativo el período entre abril y junio.

El mercado laboral, no obstante, siguió enviando señales de buena salud con una sólida creación de empleo -en ascenso ininterrumpido en la última década-, una tasa de desempleo en mínimos históricos y subidas salariales.

El peor registro anual de los últimos ejercicios tuvo lugar en 2012 y 2013, cuando la economía alemana avanzó apenas un 0,5 por ciento. Pero, posteriormente, recuperó dinamismo y en 2017 y 2018 se situó en el 2,5 y en el 1,5 por ciento, respectivamente.

VT (dpa, afp, efe)

 

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