Cáncer de mama se propaga más rápido por la noche, dice un estudio
Siempre se pensó que el cáncer de mama se propagaba al mismo ritmo durante todo el día, sin embargo el reciente estudio dice que la mayor actividad se propaga por la noche. Por lo tanto, los hallazgos anulan todas las suposiciones anteriores.
El descubrimiento cobra gran relevancia porque a partir de esta información, los médicos podrán recolactar las muestras de sangre de modo diferente. Mediante estos hallazgos, los profesionales podrán registrar el momento preciso en el que realizan las biopsias.
Haber notado esta diferencia de ritmo en la metástasis del cáncer de mama no fue algo al azar. Los investigadores habían notado una diferencia en la cantidad de células tumorales en las muestras que analizaron en diferentes momentos del día. Estos investigadores tienen diferentes horarios para analizar la sangre; algunos lo hacen temprano en la mañana mientras que otros lo hacen en la noche o en horarios inusuales. Un hecho que ayudó a notar esas diferencias.
¿Cómo notaron que el cáncer de mama se propaga rápidamente por la noche?
La investigación se llevó adelante en ratones, en los que los investigadores notaron esa diferencia en la cantidad de células cancerosas. Pero, a diferencia de los humanos, los ratones de laboratorio duermen durante el día. Es en esos momentos que los científicos extraían las muestras de sangre con mayor frecuencia, mientras los roedores dormían.
Al notar los cambios en la metástasis en ratones, los investigadores decidieron comprobar si sucedía lo mismo en humanos. Para ello, estudiaron a 30 mujeres con cáncer de mama; 21 de ellas en etapa temprana del cáncer de mama que aún no hizo metástasis, y 9 con enfermedad metastásica en etapa IV.
Sorprendentemente, los científicos hallaron 78,3 % más de células tumorales en las muestras de sangre tomadas durante la noche. Sin embargo, no sucedió lo mismo en las muestras recogidas durante el día.
El mismo experimento se repitió en ratones con resultados similares. Las células tumorales circulantes eran mucho más altas cuando el ratón estaba durmiendo.
Además, el análisis genético mostró que las células tumorales extraídas de ratones y humanos habían aumentado su expresión de genes mitóticos en los horarios de reposo.
Experimentos con el ritmo circadiano y hormonas
Para seguir obteniendo respuestas, los investigadores decidieron cambiar los horarios de descanso de los ratones para comprobar si había variaciones. Los hicieron dormir en la noche y quedar despiertos en el día. Realizar estos cambios en el ritmo circadiano de los roedores llevó a una disminución masiva en la concentración de células tumorales circulantes.
En otro experimento, los científicos inyectaron hormonas a los ratones. Estas son similares a las que se encuentran en el cuerpo cuando los ratones están despiertos. Las hormonas que les inyectaron eran insulina, testosterona y dexametasona, que actúa como cortisol. Los investigadores creían que estas podrían afectar la cantidad de células tumorales circulantes cuando el ratón estaba en reposo. Los investigadores encontraron que la cantidad de células tumorales circulantes había disminuido en una muestra de sangre tomada durante el período de descanso.
Por lo tanto, los investigadores pudieron concluir que las hormonas que actúan mientras estamos despiertos podrían ser la clave para tener bajo control a las células tumorales.