Confirmado, y ahora sí con estudios: ciertos grupos sanguíneos son más propensos al coronavirus

Si bien en un inicio se apuntaba principalmente a la edad avanzada y a patologías como la diabetes, las enfermedades del corazón o el cáncer como factores de riesgo de COVID-19, hoy en día se sabe que son muchos más. Algunos, como el tabaquismo o la obesidad pueden parecer más obvios. Otros, en cambios, resultan tan peculiares que en un inicio se acogieron con mucho recelo entre la comunidad científica. Es el caso del tipo de sangreNumerosos estudios han apuntado a una relación entre grupo sanguíneo y coronavirus, señalando a las personas con grupo 0 como las menos propensas al contagio.

Sin embargo, esto inicialmente se comentó en estudios sin revisión por pares o simplemente en entradas de blog de los científicos que los habían llevado a cabo. Ahora, un par de investigaciones, publicadas hoy en Blood Advances, aportan nueva información, con más solidez, a esa misma teoría. No obstante, en ellos solo se encuentra la relación que ya describieron los trabajos anteriores, pero no aportan una explicación para ella. Para eso será necesaria más investigación.

 

Grupo sanguíneo y coronavirus: antecedentes y últimos estudios

A grandes rasgos, el grupo sanguíneo de una persona está determinado por ciertas proteínas presentes en la superficie de los glóbulos rojos. Estas pueden ser de tipo A o B. Las personas de grupo A solo tiene las primeras, las de grupo B las segundas, las de grupo AB ambas y las de grupo 0 ninguna.

Estudios anteriores han mostrado cierta correlación entre la presencia de estas proteínas y la predisposición mayor o menor a determinadas infecciones. Esto se debe a que algunas de ellas pueden actuar como receptores para patógenos concretos. Así, las personas con un grupo sanguíneo determinado acaben siendo más vulnerables al contagio.

 

Esto ha llevado a numerosos científicos a investigar si, en base a esto, podría haber también una relación entre grupo sanguíneo y coronavirus.

 

Es el caso de los investigadores del Hospital Universitario de Odense y la Universidad del Sur de Dinamarca, responsables de uno de los dos estudios que se publican hoy.

Para dar respuestas a este tema tan cuestionado, inicialmente procedieron a recopilar los datos de 473.000 pacientes, cuyas pruebas de COVID-19 habían sido registradas por el sistema de salud danés. Además, tomaron como grupo control a 2’2 millones de personas de la población general.

 

En un comunicado, aclaran que el método de selección de datos fue muy apropiado, puesto que Dinamarca es un país pequeño, con un registro de salud muy claro y étnicamente homogéneo. Esto último es importante, puesto que ciertas etnias tienen representación de algunos grupos sanguíneos por encima de otros.

Los resultados

Al analizar los datos, comprobaron que las personas con grupo 0 eran menos propensos a contagiarse. Además, las de grupo AB o A parecían tener una mayor probabilidad de contraer formas graves de COVID-19, en comparación con las de grupo B o 0.

En un estudio diferente, otro equipo de científicos analizó los datos de 95 pacientes ingresados en estado crítico por infección de SARS-CoV-2 en Vancouver, Canadá.

Así, descubrieron que los que tenían grupo A o AB tenían una probabilidad mayor de requerir ventilación mecánica. Además, estos también estaban más predispuestos a requerir diálisis. Estos resultados indican que las personas con estos dos grupos sanguíneos experimentan más lesiones en los pulmones y los riñones a causa de la enfermedad.

 

Por otro lado, cabe destacar que no parecía haber diferencias en lo referente a la probabilidad de ingreso, pero sí cuando este se producía en UCI.

De momento, estos científicos han encontrado la relación entre grupo sanguíneo y coronavirus a nivel pulmonar y renal, pero esperan poder investigar si influye en otros órganos. Además, su objetivo también reside en buscar una explicación para las correlaciones halladas. Podría tener que ver con los estudios mencionados sobre otros patógenos, pero sería necesario comprobarlo.

 

Lo que está claro es que todos somos susceptibles de ser infectados, independientemente de nuestro grupo sanguíneo. Estos estudios no significan que podamos pasear sin mascarilla o acudir a fiestas multitudinarias si tenemos grupo 0. Hasta en esos casos podríamos enfermar y acarrear serias secuelas. E incluso si no lo hiciéramos, seguro que en nuestro entorno hay alguien con muchas más opciones para contraer el virus gravemente a quien no queramos contagiar. Este tipo de estudios nos ayudan a conocer la enfermedad, pero no eximen a nadie de seguir las medidas de seguridad. Ahora mismo la necesidad de mantenerlas es la mayor certeza a la que nos podemos aferrar.

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