Cuotas de género: ¿40% de espacios para las mujeres en las empresas?

“Las cuotas de género son un buen mecanismo para garantizar la participación de las mujeres en entornos sin una política equitativa sólida. Especialmente cuando tienes hombres que piensan que una mujer en edad reproductiva, o que se acaba de casar, les baja la rentabilidad porque va a necesitar una licencia de maternidad, en vez de ver cómo la diversidad ayuda a la innovación”, Claudia Jañez, empresaria y consejera independiente de diversas compañías.

La Unión Europea intentará establecer cuotas de género para la participación de las mujeres en posiciones clave en las más de 5,000 empresas que cotizan en las bolsas de sus países miembros.

Después de 10 años de haberse presentado una propuesta de regulación en la materia, el Consejo de los ministros de Trabajo de las naciones que conforman el bloque aprobó esta semana una “orientación general” para promover que en los próximos cinco años las empresas que cotizan en las bolsas de la región cuenten con 40% de mujeres en posiciones de administradoras no ejecutivas o que tengan un 33% de representación en sus consejos de administración. El tema deberá ser abordado ahora por el Parlamento Europeo.

El acuerdo alcanzado, destacó Élisabeth Bome, ministra del Trabajo de Francia, constituye un paso importante “para lograr la adopción definitiva de esta Directiva que permitirá luchar contra el techo de cristal al que todavía se enfrentan las mujeres con demasiada frecuencia en el mundo laboral”.

¿Por qué son relevantes estas posiciones y asientos en los consejos de administración? Porque dichas instancias tienen un papel clave en la designación de posiciones de alto nivel y en la configuración de la política de recursos humanos de cada empresa. “Por consiguiente, una mayor presencia del género menos representado entre los administradores no ejecutivos tendrá un efecto dominó positivo para la diversidad de género en toda la escala profesional”.

La propuesta sobre igualdad de género corporativa en la Unión Europea se presentó en 2012. La meta en aquel entonces era que para 2020 las mujeres ocuparan 40% de las posiciones de dirección no ejecutiva de las empresas. Los resultados una década después reflejan que sólo 30.6% de los miembros de los consejos de administración y apenas el 8.5% de los presidentes de los consejos de administración son mujeres.

“Aunque se han logrado avances hacia una mayor igualdad de género en los consejos de administración, siguen siendo dispares… La diferencia entre los Estados miembros es considerable. Aquéllos en los que se han introducido medidas progresan mucho más rápidamente que aquellos en los que no existen medidas”, expresaron los funcionarios en un comunicado.

Esto se torna todavía más relevante si se considera que alrededor del 60% de quienes en la actualidad se gradúan de la universidad en la Unión Europea son mujeres, por lo que hay talento calificado en la región.

¿Cuánto tiempo tomaría llegar a un nivel parecido de participación femenina en México? El desafío no es menor si se considera que el rezago es mucho mayor.

Precisamente para alertar sobre este reto, el equipo de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), liderado por Fátima Masse, se ha dedicado a estudiar la realidad de la igualdad de género en las empresas públicas en México. Algunos de los hallazgos, tras analizar los datos de las compañías que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (Biva), son los siguientes:

  • Sólo 10% de los 2,507 consejeros que participan en las empresas que cotizan en las bolsas son mujeres.
  • El 21% de las empresas no tiene ninguna mujer en sus consejos de administración.
  • Sólo cuatro de las 157 empresas listadas son dirigidas por una mujer.
  • La representación de las mujeres en cargos directivos también es baja. Ellas encabezan el 21% de las direcciones jurídicas y 8% de las direcciones financieras.
  • Entre las empresas más grandes del IPC, las que tienen el mayor nivel de participación femenina en sus consejos de administración son Walmart (25%), Bimbo (19%), Femsa (19%), Banorte (14%) y Cemex (12%).

Los datos hablan por sí solos y muestran el enorme desafío que tenemos por delante. En el sector público al parecer hay más avance, ahora cada convocatoria para vacantes en posiciones estratégicas tiene que considerar el elemento de paridad género. ¿Sería bueno llevar esta obligación al sector privado?

Posturas sobre lo apropiado de las cuotas de género en las empresas hay varias, he escuchado tanto a favor como en contra con argumentos sólidos para ambos casos. Pero como dice Claudia Janez en la cita que abre este espacio, éstas son una buena herramienta cuando en las empresas no hay programas que les ayuden a las mujeres a permanecer en su empleo y desarrollar su carrera, o cuando no hay nada que garantice una política equitativa sólida.

Esperemos a ver los resultados de este intento de la Unión Europea para garantizar la participación de las mujeres en los consejos de administración de las empresas públicas, después de una década de preparación en esta Directiva. Sin las cuotas, las empresas seguirán perdiendo el gran aporte del talento femenino; sin las cuotas, no lo han aprovechado. Las resistencias son muchas, en inglés, francés, portugués, alemán, italiano y demás, pero también en español mexicano, y mucho.

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