En Tixtla, Guerrero, el gobierno prometió una Universidad del Bienestar; hasta ahora, solo se ha construido una brecha

Alumnos de la Universidad del Bienestar ubicada en el municipio de Tixtla reclaman que las autoridades no han cumplido su promesa de construirles un plantel. Afirman que no hay claridad ni siquiera sobre los terrenos donados para ello.

En un terreno de tres hectáreas en la comunidad de Ojitos de Agua, en Tixtla, Guerrero, se quiere construir una Universidad del Bienestar Benito Juárez aunque no hay servicio de agua, drenaje, conexión de internet y transporte público.

Hace menos de un mes, la coordinadora de las Universidades del Bienestar, Raquel Sosa, prometió a los estudiantes de la licenciatura en Enfermería y Obstetricia que en esta comunidad se realizaría la obra, pero hasta el momento solo se ha construido una brecha de 400 metros para llegar al sitio.

En las tres hectáreas de terreno que, según el alcalde morenista de Tixtla, Moisés Antonio González Cabañas, donaron los ejidatarios de Omeapa y su anexo Ojitos de Agua, hay dos cerros con follaje y en medio una antena de alta tensión de unos 10 metros de altura, de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El 28 de octubre, al otro día de que Sosa tuvo una tensa reunión con los estudiantes en el auditorio municipal de Tixtla, fue a Ojitos de Agua a supervisar el lugar que rechazaron los alumnos.

Trabajadores del ayuntamiento de Tixtla abrieron una brecha para que la funcionaria pudiera entrar al sitio llamado La Lagunita.

“Ya todo está legal para que se construya la escuela y hay un acta de donación del terreno que se aprobó en una asamblea de ejidatarios y es un trámite que después de mucho tiempo lo autorizó el Registro Agrario Nacional”, aseguró González Cabañas.

Fuentes del RAN aseguraron que en la dependencia no tienen ningún acta de donación de ese terreno, que pertenece a los ejidatarios de Omeapa y Ojitos de Agua.

El responsable de la Procuraduría Agraria en Guerrero, Marcos Méndez Lara, confirmó que existe un acta de asamblea del ejido de donación del terreno, pero que legalmente eso no basta.

“Los representantes del ejido nos mostraron un acta de asamblea de donación pero eso no es suficiente para la regularización, y digamos que esa acta y esa asamblea es como una promesa del ejido que da su aval para la construcción (de la universidad), pero eso no es suficiente”, declaró el funcionario federal.

Méndez Lara detalló que para que haya una formalidad en esa donación del terreno debe haber una asamblea especial.

“Es una asamblea que tiene ciertas especificaciones en donde tienen que estar el 75% de los ejidatarios en primera convocatoria y el 51% en segunda convocatoria”, explicó.

Pero además, en estas asambleas especiales de los ejidatarios deben estar presentes un notario público y un representante de la Procuraduría Agraria para dar fe del acto.

Méndez Lara afirmó que otra de las formalidades que se requiere es que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emita una opinión sobre el cambio de uso de suelo.

Al respecto, el delegado estatal de la Semarnat, Armando Sánchez Gómez, dijo que no ha llegado ninguna solicitud para que emitan un dictamen sobre el cambio de destino de tierras de Ojitos de Agua.

“Hace dos meses me informaron en el departamento del área forestal que alguien de un despacho técnico vino a solicitar los requisitos para realizar el trámite para ese cambio (de destino de tierra) pero solamente eso”, señaló.

Mencionó también que, antes de que la Universidad del Bienestar inicie la construcción del edificio escolar, la Semarnat debe emitir una opinión sobre si es factible o no el cambio de destino de tierra.

“Si no cumplen ese requisito, entonces tendrá que entrar la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para que realice una inspección del lugar y emitir una sanción o clausurar la obra si es que ya se está realizando, pero siempre y cuando haya una denuncia de por medio”, afirmó el delegado.

El comisario de la comunidad de Ojitos de Agua, Eraclio Bartolo de la Cruz, afirmó que en 2021 los ejidatarios (46 de Ojitos de Agua y tres de Omeapa) aprobaron en una asamblea la donación de las tres hectáreas de tierras comunales para la obra.

“Estuvo aquí (Raquel Sosa) para hablar con la gente, a quienes agradeció por la donación de terreno, y nosotros esperamos que sí se construya la universidad pero todavía no se está seguro de eso”, comentó.

El comisario reconoció que en su comunidad se carece de agua, servicio de transporte, internet y hasta de una red de drenaje.

“Eso de Ojitos de Agua solo quedó en el dicho, porque aquí no hay agua y tenemos que comprar pipas para el uso doméstico y de botellón para tomar”, contó.

Sin embargo, confía en que con la construcción de la universidad todos esos servicios públicos de los que carecen se resuelvan.

Aunque Ojitos de Agua pertenece a Tixtla, para llegar a la comunidad se toma el transporte público de la ruta Chilpancingo-Chilapa.

Somos un pueblo de gente pobre y nos mantenemos de la siembra de maíz, calabaza y chile, pero la mayoría, sobre todo los jóvenes, se van a trabajar a los Estados Unidos”, dijo el comisario.

En una de las calles de este pueblo está una tienda Diconsa de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), sin los alimentos básicos.

Ojitos de Agua es conocido en la región Centro de Guerrero por su producción de mezcal, que se elabora de manera artesanal.

“Aquí no hay agua pero sí mucho mezcal”, comentó el comisario.

Bartolo de la Cruz añadió que el lugar donde se planea construir la universidad se llama La Lagunita porque cuando llueve se inunda.

“No sabemos cuándo se vaya a construir la escuela, ya que hasta ahora solo han construido la brecha, pero a lo mejor para el siguiente año ya empieza la obra”, dijo. 

“Nos están engañando”: estudiantes 

Una estudiante de esta universidad dijo que en la convocatoria que publicó hace unos días la Coordinación General de las Universidades del Bienestar para la construcción del centro escolar en Ojitos de Agua solo están contratando a albañiles, peones, carpinteros, bodeguero, fierrero y ayudante.

“A nosotros nos dijeron que ya habían empezado con la construcción pero no hay nada, solo nos están engañando”, dijo la alumna de la licenciatura en Enfermería y Obstetricia.

Hace más de tres años se fundó esta escuela y es la fecha en que los estudiantes reciben clases en aulas de dos escuelas públicas y una privada ubicadas en distintos puntos de Tixtla.

Actualmente, la población estudiantil es de mil 747 alumnos.

Hace casi tres semanas, un grupo de profesores y alumnos se instaló en plantón en la orilla de la carretera federal Tixtla-Chilapa e interceptó el convoy que encabezaba el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien les prometió la construcción de su edificio en Tixtla.

Lee: En Guerrero, estudiantes de la Universidad Benito Juárez protestan en gira de AMLO; él promete edificio para su plantel

Entrevistada vía telefónica, la estudiante dijo que el alcalde y el rector de la universidad, Abel Gómez, no les han dejado ver el acta de donación del terreno donde se construirá la escuela en Ojitos de Agua.

“Nosotros ya fuimos a la comunidad y vimos que no hay maquinaria como para decir ‘ya van a empezar con la obra’, pues ni siquiera hay una maqueta del proyecto”.

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