Escuchar música de Mozart puede ser el mejor antídoto contra la epilepsia

La música puede estimular nuestro cuerpo y espíritu de una forma muy diferente a las drogas y, por supuesto, menos nociva. Hoy en día los géneros y compositores son muy variados, pero la ciencia sigue apuntando al estudio de los efectos de las partituras más clásicas sobre la salud humana. De hecho, un nuevo estudio reporta que escuchar la música de Wolfgang Amadeus Mozart puede ayudar a personas con epilepsia.

Los investigadores de la Escuela de Medicina Robert Quon Geisel, en Estados Unidos, publicaron su interesante hallazgo en la revista Scientific Reports. Al parecer, la Sonata para dos pianos en re mayor (K448) del maestro tiene un efecto reductor de la actividad cerebral asociada a la epilepsia en pacientes resistentes a la medicación estándar.

La sonata K448 de Mozart en la ciencia

Aunque suena sorprendente, no es la primera vez que los científicos estudian el potencial terapéutica de la música para afecciones humanas. Esta puede incluso servir como relajante para los pacientes que se someten a una cirugía, o como distracción para lidiar con el dolor.

Partituras de composición de música de Mozart.

La composición K448 del pianista también se había probado con anterioridad. Un estudio publicado en 2016 en la misma revista reveló efectos positivos en aspectos cognitivos, por ejemplo.

Otros, enfocados específicamente en la epilepsia, revelaron que escuchar la música de Mozart se asocia con una menor frecuencia de picos de actividad eléctrica detonante de la afección en el cerebro. En el nuevo trabajo, los investigadores decidieron estudiar el impacto de la duración de la sonata y su impacto sobre las convulsiones.

El efecto de 30 a 90 segundos de música sobre la actividad cerebral

El estudio reunió a 16 adultos previamente diagnosticados con epilepsia resistente a la medicación para que escucharan una serie de clips musicales de 15 o 90 segundos, entre los que se incluía, por supuesto, la sonata K448. Mientras tanto, se monitoreaba su actividad cerebral con electroencefalograma (EEG).

Al final, solo K448 arrojó efectos significativos sobre los picos de actividad eléctrica asociados a la epilepsia en todo el cerebro, lo que coincidió con hallazgos previos. Sin embargo, como sospechaban, la duración del clip jugó un papel importante.

Los autores descubrieron que escuchar entre 30 y 90 segundos de la música de Mozart parecía reducir en un 66,5 por ciento el el número de picos de actividad eléctrica cerebral relacionada con la epilepsia en los pacientes. La reducción fue mayor en las cortezas frontales izquierda y derecha del cerebro, regiones que se sabe que regulan las respuestas emocionales.

El mecanismo detrás de la efectividad de escuchar música de Mozart contra la epilepsia

Otro hallazgo importante fue el aumento de un tipo de actividad eléctrica conocida como actividad theta en la corteza frontal de los participantes cuando escuchaban el final de secciones largas y repetitivas de K448. Esto también es consistente con otras investigaciones que sugieren que ue la actividad theta está relacionada con respuestas emocionales positivas a la música.

Con base en ello, los autores han planteado un mecanismo para explicar por qué escuchar la música de Mozart tiene ese impacto sobre la epilepsia resistente a los medicamento. La sonata podría estar generando la respuesta positiva regulada por corteza frontal del cerebro, lo que podría estar contribuyendo con la inhibición de los picos de actividad eléctrica nocivos.

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