UN EXPERIMENTO DEMUESTRA QUE EL CUERPO COMBATE A LA COMIDA RÁPIDA COMO SI FUERA UNA INFECCIÓN

Al recibir comida rápida como alimento, el organismo se ve obligado a producir más glóbulos blancos, como si estuviera bajo ataque.

Grasa. Porciones desmedidas. Productos hiperindustrializados, que se congelan indefinidamente hasta que llegue el próximo cliente. De manera natural, el organismo humano no está preparado para procesar la comida rápida. Una investigación reciente asegura, incluso, que la combate como si se tratara de una infección bacteriana.

¿Cómo recibe el cuerpo humano la ingesta de comida rápida?

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Foto: Getty Images

Un equipo de investigadores se dispuso a averiguar cómo es que el cuerpo humano lidia con la ingesta de comida rápida. Bajo el entendido de que no es la alternativa más saludable para una dieta recurrente, alimentaron ratones con base en grasas saturadas, azúcar y sal durante un mes.

 

Este patrón es considerado actualmente como “la dieta occidental“, según lo describen los autores para la revista Cell. En lugar de estar sustentado en frutas frescas, verdura y fibra natural, la dieta de los roedores en el laboratorio estuvo basada en lo más cercano a pizzas y hamburguesas. Después de la primera semana, los científicos se percataron de que el número de células inmunitarias en sus torrentes sanguíneos se había elevado.

Esta respuesta se desencadena normalmente a partir del impacto de infecciones agresivas que detecta el cuerpo. Lo que llamó la atención de los investigadores fue que, al ingerir alimentos conectas características, los ratones entraron internamente en este estado de alarma. Esta respuesta puede dar nueva información con respecto a cómo es que nuestro sistema inmunológico recuerda episodios de batallas que ha librado.

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Una batalla inmunitaria

 

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El comportamiento inmunitario de los ratones examinados confirma que el organismo no está preparado para recibir este tipo de alimentos. Mucho menos como parte de una dieta rutinaria, según destaca Anette Christ de la Universidad de Bonn en Alemania:

“La dieta poco saludable condujo a un aumento inesperado en la cantidad de ciertas células inmunes en la sangre de los ratones, especialmente granulocitos y monocitos”, señaló la experta en 2018.

El rastro genético que dejó la comida rápida en sus células reveló que el cuerpo recuerda cómo lidiar con este tipo de alimentos, que originalmente identifica como un ataque biológico. A diferencia de lo que se creía, volver a una dieta más sana no revierte por completo los efectos nocivos que esta alimentación tiene en el cuerpo.

Por el contrario, no es suficiente para deshacer los cambios que el organismo padece. La reprogramación genética original es difícilmente recuperable, ya que el sistema inmune registra estos “ataques alimentarios” para siempre. De esta forma, ante la posibilidad de hostilidades futuras, sabrá qué hacer.

 

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