Huellas de antiguas crías de elefante nos revelan detalles de su vida social
La historia de los antepasados de los elefantes modernos se ha revelado nuevamente ante nosotros. En la presente oportunidad, todo ha sido gracias a las huellas dejadas por las crías del elefante de colmillos rectos (Palaeoloxodon antiquus), que existió durante la era del hielo.
La investigación que aborda el relato que nos dejan las huellas se publicó recientemente en Scientific Reports. Gracias a ella, ahora podemos dar un vistazo mucho más claro a lo que fue la organización social de la especie y cómo se asemeja a las costumbres de sus representantes actuales.
Estudiando las huellas de las crías de elefante de la era del hielo
De acuerdo a los datos recolectados, las huellas recién encontradas debieron a pertenecer a criaturas que habitaron el suroeste de España hace más de 100.000 años. Según lo que se ha visto, más de 37 conjuntos de pisadas de elefantes de colmillos rectos se pudieron ubicar en la Superficie Pisoteada de Matalascañas en Huelva, en la Península Ibérica.
Tal como su nombre sugiere, la zona se ha caracterizado por dar acceso a los arqueólogos a infinidad de huellas de criaturas antiguas que hicieron vida en la zona. Debido a eso, no solo se pudo identificar que el lugar posiblemente actuaba como una “guardería” para las crías y elefantes adolescentes, sino que también se identificó la posible actividad neandertal en la zona.
A pesar de que los elefantes modernos y los de colmillos rectos tienen mucho en común, aún hay cosas que no sabemos de los últimos. Por ese motivo, todos los datos que las huellas de las crías de elefante puedan darnos nos ayudaran a conocer mejor a estas bestias de más de 4 metros de altura y hasta 17 toneladas de peso.
La historia que nos cuentan las huellas de las crías de elefante
La superficie de Matalascañas fue un espacio de alto tráfico durante el tiempo breve al final del Pleistoceno. Específicamente, se ha registrado que la actividad animal y neandertal tuvo sus picos entre hace 2,7 millones de años y 11.700 años atrás, aproximadamente.
Gracias a las marejadas ciclónicas del 2020, arena costera bajo la que se ocultaban las huellas de las crías de elefante se hicieron visibles nuevamente. Como consecuencia, los arqueólogos pudieron aprovechar para estudiar en más detalle a quiénes pertenecían.
Al final, se identificaron 15 elefantes bebés (menores de 2 años) y 8 jóvenes (entre 2 y 7 años). Seguidamente, ubicaron a 6 adolescentes (entre 8 y 15 años) y a 5 adultos (de 16 años en adelante). De esos últimos, solo 2 de las huellas pertenecían a machos, por lo que se notó que el área estaba principalmente poblada por hembras y crías.
Un vistazo al pasado y a la herencia de los elefantes modernos
El análisis de las huellas luego llevó a los investigadores a concluir que los elefantes antiguos vivían segregados por sexo –igual que los modernos–. En ese sentido, las hembras emparentadas formarían manadas matricéntricas conformadas por ellas y sus crías.
Por su parte, los machos jóvenes se mantendrían como parte de la manada hasta su mayoría de edad (a los 14 o 15 años). Entonces se separarían del grupo y vagarían como individuos solitarios o como miembros de pequeños grupos de machos.
Según parece, la zona de Matalascañas se convirtió en el sitio perfecto para las manadas de elefantes hembra. Eso debido a la abundancia de alimentos que ofrecía el ambiente. Además de que el espacio fácilmente vigilable también les ofrecía un nivel mayor de protección contra posibles depredadores. Sin embargo, no todo era infalible.
La huella humana en la historia del elefante de colmillos rectos
Las huellas de crías de elefante de colmillos rectos no fueron las únicas que se encontraron en la zona. De hecho, también fue posible ubicar marcas de pisadas y herramientas de neandertales. Ese indicio sugiere que sus clanes primitivos podrían haber descubierto la guardería de los elefantes antiguos y haber aprovechado la vulnerabilidad de las crías para hacerse con una cacería fácil.