KOKURA: LA CIUDAD QUE SE SALVÓ DOS VECES DE LA BOMBA ATÓMICA

Hiroshima y Nagasaki quedaron marcadas en la historia por ser los objetivos de las dos únicas bombas atómicas utilizadas por la humanidad, pero los planes originales contemplaban otra ciudad: Kokura.

El 6 de agosto de 1945, la historia de la humanidad cambió para siempre

El Enola Gay, un Boeing B-29 con una tripulación de doce pasajeros, despegó desde la isla de Tinian en el Océano Pacífico con destino a Japón.

Un mes atrás, el Proyecto Manhattan de los Estados Unidos había culminado con el desarrollo de la primera bomba atómica de la historia: el ensayo de Trinity demostró su poderío destructivo el 16 de julio de 1945 en el desierto de Nuevo México y tras un exitoso ensayo nuclear, la nueva arma de devastación masiva fue puesta a disposición del presidente, Franklin Delano Roosevelt.

LOS OBJETIVOS ORIGINALES DE LA BOMBA ATÓMICA

Kokura bomba atómica
Bomba atómica haciendo explosión en Hiroshima. Foto: Wikimedia

 

Los blancos habían sido fijados el 10 de mayo por un comité precedido por Robert Oppenheimer, físico principal del Proyecto Manhattan que desarrolló la bomba atómica para el gobierno de los Estados Unidos.

En ese entonces, Oppenheimer propuso las ciudades de HiroshimaKiotoYokohama y Kokura como blancos después de analizar factores como su concentración urbana, ubicación estratégica y la maximización del daño provocado por la explosión.

Sin embargo, la Fuerza Aérea estadounidense eligió dos ciudades para mostrar el poderío destructivo de las bombas nucleares al mundo: Hiroshima y Kokura.

Las indicaciones del Enola Gay eran claras: después de alcanzar los 10 mil metros de altura, el avión debía dejar caer la bomba si y sólo si se lograba contacto visual con el objetivo.

Para lograrlo, era necesario un cielo despejado o de lo contrario, el avión se desplazaría hasta Kokura para dejar caer la bomba. Finalmente, los dos B-29 enviados para analizar las condiciones climatológicas confirmaron que el ataque caería sobre Hiroshima.

 

Kokura bomba atómica

Tripulación del Enola Gay. Foto: Wikimedia

 

A las 8:15 horas, el piloto estadounidense Paul Tibbets abrió las compuertas del Enola Gay y dejó caer a Little Boy, una bomba atómica de Uranio-235 desde una altura de 10 kilómetros sobre Hiroshima.

45 segundos después, los 16 kilotones de potencia explosiva hicieron arder el aire de Hiroshima a un millón de grados centígrados, asesinando a unas 70 mil personas al instante y a otras 70 mil en las horas siguientes.

El primer ataque nuclear de la historia inauguró un capítulo inédito en la guerra y los conflictos humanos: la bomba atómica se convirtió en el dispositivo de muerte y destrucción masiva más efectivo nunca antes visto, todo a partir del descubrimiento de la fisión nuclear quince años antes.

EL DÍA QUE KOKURA SE LIBRÓ DE LA BOMBA ATÓMICA

Kokura bomba atómica
Templo devastado en Nagasaki. Foto: Wikimedia

 

El segundo bombardeo atómico programado originalmente para el 11 de agosto se adelantó dos días debido a la previsión de mal tiempo. 

El 9 de agosto, el piloto Charles Sweeney despegó el B-29 Bockscar desde Tinian con rumbo a Kokura, repitiendo el procedimiento del Enola Gay tres días antes: dos aviones a la vanguardia confirmaban que las condiciones climáticas eran favorables, mientras que otros dos debían escoltar al que contenía la bomba hasta el objetivo.

Sin embargo, un hecho insólito cambió la historia: el retraso de uno de los B-29 que acompañaría la misión hasta Kokura provocó que Bockscar sobrevolara la isla de Yakushima durante cuarenta minutos.

Una vez que Sweeney consideró que había pasado tiempo suficiente, decidió seguir la misión sin Big Stink, el avión ausente y enfilar hacia Kokura. A pocos kilómetros de la ciudad, los boeing al frente informaron al Bockscar que un cielo mayormente nublado provocado por el humo de un enfrentamiento en Yahata, a 7 kilómetros de distancia, hacía imposible soltar a Fat Boy (una esfera de plutonio de 21 kilotones de fuerza) en los siguientes minutos.

Después de sobrevolar la ciudad en círculos y tras valorar el combustible restante, la misión finalmente abortó el bombardeo de Kokura y se dirigió hacia el suroeste hacia el objetivo secundario: Nagasaki, donde unas horas después la segunda bomba atómica en la historia de la humanidad provocaría 40 mil muertes al instante y al menos otras 35 mil durante el resto del año.

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