¿La pandemia hizo subir de peso a las personas? Un nuevo estudio dice que sí

Uno de los temores iniciales desatados por los bloqueos de salida para contener la pandemia era subir de peso. Pasar más tiempo en casa suele implicar menos movimiento, y por ende, menos gasto energético. Además, tendemos a comer más, sobre todo por aburrimiento. Pero, ahora que estamos a casi dos años de su inicio, ¿qué pasó realmente? ¿Las preocupaciones eran válidas? ¿Realmente subimos de peso?

Un equipo de investigadores se decidió a determinarlo y publicaron sus resultados en un artículo en la revista Epic Health Research Network. Para desagrado de muchos, la respuesta es sí. Las cuarentenas, el estrés y la ansiedad que han caracterizado esta convivencia con el coronavirus detonaron un aumento de peso importante en las personas. Te explicamos por qué.

Un aumento de peso superior a las 2,5 libras durante la pandemia

Los investigadores usaron datos de 15 millones de pacientes con registros médicos electrónicos. Para su estudio, compararon el peso del año anterior al inicio de la pandemia con los de un año después, mientras esta transcurría con brotes y confinamiento en casa. También tomaron en consideración la fluctuación normal de 2,5 libras.

Pies de una persona sobre una báscula que indica un aumento de peso.

Tal y como muchos esperaban, la pandemia hizo a la gente subir de peso. Los resultados muestran que el 39% de los pacientes con registros aumentaron de peso, el cual estuvo por encima de las 2,5 libras de referencia. Alrededor del 10% ganó más de 12.5 libras, mientras que aproximadamente 27% ganó menos de ello. Un 2% ganó más de 27.5 libras.

Pero los resultados también mostraron lo contrario a lo esperado. 35% de las personas del estudio perdieron peso durante el primer año de la pandemia en lugar de subir. Las razones pueden ser variadas, pero una de ellas podría ser la mayor conciencia sobre la necesidad de mantener una buena salud.

La pandemia nos recordó que la salud es importante en todo momento, y que lo comemos (y por ende, nuestro peso) tiene gran importancia. Con el confinamiento, muchos tuvieron oportunidad de cocinar de forma más saludable, e incluso proponerse metas de pérdida de grasa con dieta y ejercicio.

¿A qué se debe el aumento de peso durante la pandemia?

 

La pregunta parece tener respuestas muy obvias, pero es necesario hablar de ellas. Muchos experimentamos estrés con la aparición del coronavirus; la pérdida del trabajo, las cuarentenas en casa, la incertidumbre, la enfermedad y la pérdida de un ser querido debido a la infección o a la atención médica limitada… incluso las toneladas de teorías conspirativas y noticias falsas circulando en las redes pudieron contribuir en ello.

Mujeres en pijamas en casa durante el confinamiento con platillos ricos en calorías en una mesa.

Como muchos saben, el estrés hace que nuestro cuerpo segregue una hormona llamada cortisol, y los niveles elevados por tiempo prolongado se han asociado con una mayor ingesta de alimentos, en su mayoría altos en sal y grasas.

Pero el cortisol no solo nos hace más propensos a comer más; también hace que nuestro cuerpo procese los alimentos más lentamente. Asimismo, la hormona del estrés puede reducir la masa muscular magra, lo que explicaría también el descenso de la tasa metabólica. Todo esto hace que quememos menos calorías en reposo, y contribuye al aumento de grasa abdominal que caracteriza el aumento de peso.

El cortisol también podría explicar la pérdida de peso

Esta misma sustancia podría explicar también por qué algunas personas perdieron peso en lugar de subir durante la pandemia. El estrés también puede tener el efecto contrario: puede hacernos comer menos. Además, estando en casa, probablemente muchas personas tuvieron menos tiempo para comer a tiempo mientras atendían el trabajo y el hogar.

La conclusión es que la pandemia hizo subir de peso a muchas personas. Lo bueno es que ahora el panorama está mucho más claro. La vacunación sigue avanzando, muchos países se están reactivando y podríamos estar más cerca de recuperar nuestra normalidad perdida. Podríamos verlo como una oportunidad para establecer un nuevo equilibrio y aprovecharlo para mantener hábitos más saludables.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *