LAS RATAS SIENTEN EMPATÍA IGUAL QUE EL HUMANO

La mayoría no tiene nada bueno que decir de las ratas, pero algunos experimentos han demostrado que bien pueden enseñarnos algo. Por Ariadna Rábago (Ary Snyder).

La empatía es la capacidad de ponerte en el lugar de otra persona y comprender lo que siente cuando algo malo le pasa: si enferma uno de sus familiares, se muere su mascota, reprueba un examen o pierde su equipo. El altruismo es cuando alguien pone en riesgo su vida para beneficiar a otros sin beneficio propio.

Durante mucho tiempo creímos que sólo los humanos éramos capaces de sentir empatía y actuar con altruismo, luego descubrimos que otros animales de inteligencia superior (grandes primates, perros, elefantes) también los muestran, pero… ¿las ratas? ¿A poco no expresamos “huele a rata” cuando algo apesta, o decimos que alguien es una rata cuando es un ladrón? Así que no parecen candidatas a mostrar ni empatía ni altruismo, aunque…

Imagen: Pixabay

 

SE AYUDAN

En 2011, científicos de la Universidad de Chicago experimentaron con parejas de ratas al interior de un contenedor: una encerrada en una caja transparente con una pequeña puerta mientras la otra podía hacer lo que quisiera. La rata encerrada invariablemente emitía sonidos de desesperación. Después de una semana, 23 de las 30 ratas libres aprendieron a abrir la puerta y liberar a la rata que estaba encerrada (¡la ayudaban a “escapar de la prisión”!).

LA PRIMERA SORPRESA

Cuando en la caja interior los científicos ponían una rata de peluche o nada, la rata de fuera no se molestaba en abrir la puerta, aunque ya la tuviera dominada, lo que significa que liberar a su compañera era su propósito principal.

LA SEGUNDA SORPRESA

Para complicarles las cosas, los científicos pusieron después dos cajas dentro del contenedor. En una encerraron una rata –de verdad– y en la otra pusieron trocitos de chocolate con leche –que les encantan–. Los investigadores pensaron que las ratas de fuera abrirían primero la caja con el chocolate, se lo comerían solitas y luego liberarían a la rata encerrada, pero, ¡sorpresa! Casi todas las ratas liberaron primero a su amiga presa y la llevaron a abrir la otra caja compartiendo las golosinas, o sacando el chocolate y poniéndolo frente a la recién liberada. Esa generosidad (altruismo) dejó a todos verdaderamente sorprendidos.

 

TERCERA SORPRESA

Como las ratas del experimento anterior eran de igual especie y color, en 2014 investigadores de la misma Universidad ampliaron el experimento: comprobaron que las ratas blancas “libres” liberaban a las ratas blancas encerradas. Pero ¿qué pasaría si ponían una rata de otra especie y color –uno oscuro–? Pues no, no la ayudaron.

Entonces ¿las ratas son racistas? Los científicos quisieron averiguarlo, así que les permitieron a las ratas blancas convivir con una rata oscura durante un tiempo. Después, repitieron el experimento: en varios contenedores, las ratas oscuras estaban encerradas y las blancas no. ¿Sabes qué pasó? Aunque sólo habían conocido a una rata oscura –y no era ninguna de las encerradas–, las blancas habían aprendido a convivir con ella ¡y ahora sí liberaron también a las oscuras!

¿QUÉ NOS SUGIERE ESTO?

Que el contacto social para conocer a otros que son parecidos, pero también distintos, es súper importante. Sorprendente, ¿no crees?

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