Lo que ha estropeado el cine que lo salven las series

¿Qué tienen las series que nos engancha tanto? Difícil respuesta para una pregunta difícil. Las series nos ocupan más tiempo a la larga, pero menos en el momento de consumirlas. Cuarenta minutos aquí y allá que, en el transporte público, pueden suponer la diferencia entre el aburrimiento y el disfrute. Son piezas de ficción que consumimos vorazmente, de maratón, con el afán devorador que las películas, a no ser que sean una saga, no nos permiten. Y tal vez sea esta la razón por la que algunas adaptaciones literarias nos han llegado mejor en forma de serie.

 

Para los apasionados de la lectura, encontrar una buena versión audiovisual de su novela preferida es casi un imposible. Por mucho que una película quiera adecuarse a lo que hay sobre el papel, es extremadamente complicado satisfacer a todo el mundo —¿y cuándo no?—. Si no es una escena eliminada es la elección del reparto, y si no, es un diálogo deficiente o un momento adaptado a la pantalla que no convence tanto como en tinta impresa. Y entonces llegaron las series.

 
 

Las series son la tierra prometida para los empedernidos de la literatura que ansían ponerle cara a sus héroes de ficción más allá de la que tienen en su intelecto. Con una serie pierdes la limitación de dos horas —o tres— a la hora de contar una historia. En teoría, te permite detenerte en los detalles y no saltar ni una coma de lo escrito por el reputado autor de la novela que adaptas. En teoría. Estos son algunos casos en los que la televisión lo hizo mucho mejor que el cine, y otros pocos en los que falló:

 

Una serie de catastróficas desdichas

 

Jim Carrey, Jude Law y Meryl Streep protagonizaron en 2004 la primera adaptación de la serie de libros juveniles Una serie de catastróficas desdichas, escritas por Daniel Handler bajo el seudónimo Lemony Snicket. La saga cuenta con trece novelas, aunque la película de Brad Silberling solo adaptó los tres primeros. Esta versión se tomó algunas libertades, aunque no fue del todo desacertada.

Sin embargo, la historia mejoró notablemente cuando Netflix tomó el testigo en 2017. A lo largo de tres temporadas han dado vida a la colección completa con uno o dos capítulos por cada libro. El reparto, que cuenta con tres protagonistas infantiles impresionantes, destaca por otorgar el papel de villano a Neil Patrick Harris, que ofrece una de sus mejores interpretaciones. Esta serie es, sin duda, la mejor opción para quienes adoran las novelas.

 
 
 

La materia oscura

 

La Materia Oscura, o His Dark Materials en versión original, es la nueva serie de HBO que pretende mejorar la adaptación previa de esta saga de novelas de Phillip Pullman. La versión cinematográfica se remonta a 2007 y contaba con Nicole Kidman, Daniel Craig y Eva Green entre sus protagonistas. Sin embargo, no fue bien acogida por los fans de la trilogía y no alcanzó el éxito suficiente como para adaptar los demás libros.

 

Lo que nos propone ahora HBO se ha vendido como una versión renovada y pulida que solventaría todos los fallos de la cinta de Daniel Weisz. De momento, solo se ha estrenado el primer capítulo y parece que la serie escrita por Jack Thorne aún arrastra ciertos errores y, aunque es más parecida a las novelas, quizá no convenza a todo el mundo.

Cristal Oscuro: la era de la resistencia

 
 

Hacemos un poco de trampa al incluir este ejemplo porque Cristal Oscuro no está basado en ninguna novela. La historia del mundo de Thra nació de la viva imaginación de Jim Henson, creador también de los teleñecos y fundador de su propia compañía productora. Sin embargo, es relevante porque su primera incursión en la gran pantalla, en 1982 se convirtió en una cinta de culto. Más tarde, se adaptó a novelas, cómics, juegos de mesa y un sinfín más de formatos que trasladaran a los gelflings al público.

 

Un esfuerzo que no consiguió superar el de la propia película hasta este mismo año, cuando Netflix ha estrenado una serie precuela bajo el título Cristal Oscuro: la era de la resistencia. La serie ha sido todo un éxito al saber combinar la nostalgia y los usos de los ochenta —los personajes no se han pasado al CGI, sino que han seguido siendo marionetas artesanales— con principios y gustos más modernos.

Orgullo y prejuicio

Es la novela más representativa de Jane Austen y una de las más adaptadas a todo tipo de formatos: cine, series, teatro, ficción web e, incluso, un manga. La historia se interpretado y reinterpretado para contarnos qué pasó después del final de cuento de hadas (La muerte llega a Pemberley, de P. D. James; también con versión cinematográfica), cómo sería la versión *bollywoodiense (Bodas y prejuicios, dirigida por Gurinder Chadha) o qué hubiera pasado si el romance entre Darcy y Lizzie hubiera nacido en medio de un apocalipsis zombie (Orgullo y prejuicio y zombies, de Seth Grahame-Smith). Esta última tiene incluso su propia película protagonizada por Lily James.

Pero si hay dos adaptaciones que sobresalen son la miniserie de la BBC del año 1995, con Colin Firth como Mr. Darcy, y la película veinte años posterior, encabezada por Keira Knightley. Es difícil valorar cuál de las dos es una mejor interpretación de la novela, ya que ambas tienen ese toque especial que las hace imprescindibles para cualquier fan de la pluma de Austen. Aunque si tuviéramos que decantarnos por una, seguramente eligiríamos las nueve horas de la miniserie, que permiten captar cada detalle de la historia como si la estuviéramos leyendo de nuevo.

 

Cazadores de sombras

Este es un ejemplo de que las series ofrecen muchas oportunidades para mejorar una adaptación, pero hay que saber aprovecharlas. El primer libro de la saga de novelas de Cassandra Clare se adaptó en 2013 a la gran pantalla en medio de la explosión de ficción juvenil que arrasaba los mercados literario y cinematográfico. Por desgracia, la película fue un fracaso absoluto. Desde el principio, los fans se posicionaron en contra del casting —encabezado por Lily Collins y Jamie Campbell Bower— y, más tarde, en contra del conjunto de la cinta, que apenas se parecía a la historia original.

Tres años más tarde, se lanzó la serie bajo el nombre de Shadowhunters, con la promesa implícita de que sería una versión mejorada de la primera adaptación. Sin embargo, todo quedó en la intención, ya que, casi desde el primer capítulo, la serie reinterpretó la historia a su manera y cualquier parecido con ella fue mera coincidencia. De hecho, tuvo tan bajos datos de audiencia que rozó la cancelación a mitad de la tercera temporada y solo un pequeño grupo de fans fervorosos consiguió que se emitieran los últimos episodios.

El señor de los anillos

Nadie pone en duda el valor de la trilogía de Peter Jackson. De hecho, la serie que estrenará próximamente Amazon Prime está basada en el universo de Tolkien, pero narrará hechos ocurridos mucho antes de lo que vemos en La comunidad del anillo, en la Segunda Edad de la Tierra Media. No obstante, la expectación es máxima: sabemos que J. A. Bayona (El orfanatoLo imposible) dirigirá los primeros episodios, y se espera que tenga, al menos, cinco temporadas.

 

Eso sí, los fans de las novelas originales pueden estar tranquilos, porque Amazon está obligada a seguir el canon del autor británico y cualquier cambio de rumbo o propuesta novedosa que quisieran plantear, tendría que ser aprobada por Tolkien Estate, la organización que controla todo lo referente a la obra de este escritor.

El planeta de los simios

Todos conocemos las adaptaciones cinematográficas de la novela homónima de Pierre Buolle. Desde una primera, en 1968, protagonizada por Charlton Heston y a la que siguieron otras cuatro secuelas, hasta la nueva trilogía de los simios iniciada en 2011, pasando por la versión de 2001 con Mark Whalberg y Helena Bonham Carter. Con mejor o peor resultado, cada una de ellas ha dado su propia interpretación de la novela y sus consecuencias.

Sin embargo, anterior al cambio de siglo encontramos dos adaptaciones a televisión muy interesantes. La primera, en 1974, contó con 14 episodios y con el propio Buolle, que participó como guionista. Un año después se estrenó Regreso al planeta de los simios, una nueva versión animada de la mano de la NBC, la más fiel hasta el momento a los hechos de la novela.

The Witcher

En 2001, Michał Żebrowski lideró la adaptación polaca de la saga de novelas fantásticas escrita por Andrzej Sapkowski. Él fue el primer rostro de Geralt de Rivia, un poderoso guerrero y cazador de monstruos conocido como The Witcher. Tras una respuesta generalmente negativa por parte del público, estos libros se pasaron al mundo del videojuego.

Casi veinte años han tenido que pasar para que otra adaptación live action cobre vida. El próximo 20 de diciembre se estrena en Netflix la serie The Witcher, con Henry Cavill como protagonista, que promete mejorar la desastrosa versión polaca y ser más fiel al canon literario. Aunque eso está por verse.

 

El cuento de la criada

Antes de que la serie de HBO se llevara toda la admiración de la audiencia, la novela de Margaret Atwood fue adaptada como película. Esta primera versión, que vio la luz en 1990, fue un fracaso absoluto: la recaudación ni siquiera cubrió la mitad de lo que costó producirla. Se la tachó de ser demasiado fría, pero su mayor problema fue una falta de interés por parte de director y guionista de centrarse en el mundo distópico que representaba.

Ambos perdieron el enfoque feminista de la obra y la presentaron casi como un triángulo amoroso entre la protagonista, el Comandante y el chófer de este. A pesar de todo, la cinta se ha revalorizado gracias al redescubrimiento de la novela que ha traído la serie protagonizada por Elizabeth Moss. Serie que, por su parte, sí ha conseguido trasladar toda la agonía que en el libro se intuye. En este caso, la libertad de tiempos y la participación mayoritariamente femenina —así como de la propia Atwood— en el apartado creativo han ayudado a crear una mejor adaptación.

El terrorífico mundo de las adaptaciones de terror

Con una obra escrita de lo más prolíficaStephen King es uno de los mayores exponentes de la literatura de terror de nuestro tiempo. También es uno de los autores más adaptados a la pequeña y gran pantalla. En el caso de It, ocurrió el proceso contrario a las que hemos comentado hasta ahora. La extensa novela se adaptó primero como miniserie para televisión, en 1990, y ha sido retomada por Andy Muschietti para llevarla al cine en dos entregas, una en 2017 y otra este mismo año. En este caso, no cabe duda de que las películas han tenido mucha mejor acogida que la miniserie.

 

No podemos decir lo mismo de otras de sus adaptaciones. La Torre Oscura es una de las sagas más valoradas del autor, pero la reciente adaptación cinematográfica (2017) no ha convencido a la audiencia. A pesar de que se compraron los derechos para producir las siete películas, el fracaso de la primera les obligó a volver a venderlos y actualmente Amazon trabaja en el estreno de una serie que, esperemos, sea algo mejor.

En el caso de Apocalipsis (The Stand), fue la miniserie protagonizada por Gary Sinise en 1994 la primera en dar vida a las palabras del autor. Por desgracia, no envejeció tan bien como sería deseable, aunque próximamente tendrá una nueva oportunidad. Con más de 1500 páginas por delante para adaptar, nadie se plantea convertirla en película. CBS All Access se ha lanzado al reto de recrear una nueva serie, de la que aún se desconocen los detalles.

Pero no es el único autor de terror que ha visto cómo el cine o la televisión han dado vida a sus personajes. En algunos casos, el intento por modernizar una primera versión cinematográfica no ha dado tan buen resultado. Es lo que les ha ocurrido a El exorcista y La semilla del diablo (Rosemary’s Baby). La primera, aterrorizó a espectadores de todo el mundo en 1972 con la espeluznante adaptación de la novela de William Peter Blatty. A esta primera cinta le siguió un fuerte fenómeno cultural en torno a los niños demoníacos y toda una saga de películas que exploraba esa premisa

En 2016, Fox se atrevió a lanzar una serie con el mismo nombre con la intención de actualizar el relato. Si bien este nuevo exorcista, protagonizado por el mexicano Alfonso Herrera (Sense8) es bastante solvente, no está a la altura de la original y solo duró dos temporadas. Algo parecido a lo que ocurrió en 2014 con la miniserie de Zoe Saldana que daba una nueva vida a Rosemary’s Baby. La cinta de Roman Polanski del año 1968, basada en la novela de Ira Levin, siempre será una película de culto, y el rostro de Mia Farrow quedará ligado al de la protagonista; la serie ha caído en el olvido.

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