Los chalecos amarillos vuelven a las calles en varias ciudades de Francia

Por Radio Francia Internacional

Casi dos años después de las primeras manifestaciones, los “chalecos amarillos” vuelven a las calles este sábado 12 de septiembre tras un largo paréntesis. Varias manifestaciones tienen lugar en París y otras ciudades francesas como Burdeos, Marsella, Toulouse, Nantes, Lille y Lyon, en un intento por dar un nuevo impulso al movimiento de protesta contra la política del presidente Emmanuel Macron y pese al rebrote de casos de covid-19 que tiene a las autoridades sanitarias en alerta. Por el momento se registra una pequeña movilización y algunos choques entre policías  y manifestantes.

Con informaciones de la periodista de RFI Lucie Bouteloup presente en una de las manifestaciones de París

Este sábado 12 de septiembre en Francia es el “coming back” de los chalecos amarillos. Algunos cientos de personas se están manifestando en París, donde se han autorizado dos mítines. Se prevén otras movilizaciones en el resto de Francia.

El movimiento ciudadano, que nació en noviembre de 2018 y que lucha por una mayor justicia social y fiscal, lleva varias semanas preparando su retorno en las redes sociales.

En su cuenta de Facebook, Jérôme Rodrigues, uno de los líderes históricos del movimiento, llamó a sus partidarios a salir a las calles, pese a las restricciones impuestas por el coronavirus, e instó a una “desobediencia civil completa”.

“Les invito a que ese día no muestren ningún carnet de identidad, aunque eso les cueste tener que ir a pasar un momento en la comisaría”, dijo Rodrigues, que perdió el ojo derecho por el impacto de un proyectil lanzado durante una manifestación en enero de 2019.

  

Este tipo de llamados se multiplican en las redes y se prevén manifestaciones en una decena de ciudades, entre ellas París, Marsella y Burdeos, pese al rebrote de casos de covid-19 que tiene a las autoridades sanitarias en alerta.

 

 En París, se llamó a los manifestantes a congregarse en varios puntos de la capital.

Las autoridades decidieron prohibir dos manifestaciones que debían pasar por los Campos Elíseos, donde el año pasado se registraron incendios y saqueos en protestas de este colectivo. Por si las dudas, se ha implementado un importante despliegue policial en esta zona  y Didier Lallement, el prefecto de París, reiteró: no puede haber destrucción y caos en la Avenida de los Campos Elíseos.

Así también se prohibió la presencia de manifestantes cerca del palacio presidencial, las oficinas del primer ministro y la Asamblea Nacional.

Al mediodía, la prefectura de policía de París anunció 154 detenciones al margen de las primeras procesiones.

Las dos manifestaciones autorizadas partieron de la Place de la Bourse, en el centro de París, y de la Plaza Wagram, al oeste de la capital.  Una serie de estallidos empezaron en esta plaza de Wagram cuando los manifestantes trataron de tomar una ruta diferente a la planeada, lo que provocó el lanzamiento de proyectiles y el uso de gases lacrimógenos.

La primera procesión salió de la plaza de la Bourse hacia el mediodía en dirección a la plaza de Champerret. Después de estar bloqueada durante varias decenas de minutos, reanudó su curso poco antes de las 2 p.m. Los manifestantes eran pocos. Avanzaban en línea recta, enmascarados, informa nuestra enviada especial en el lugar de RFI Lucie Bouteloup. Los eslóganes no han cambiado: “Macron, renuncia, revolución” o “Macron, dictador en prisión”.

Chantal, de unos sesenta años de edad, está allí por solidaridad con ese movimiento, que comparte, según ella, “los ideales de igualdad”. “Más justicia social” es también lo que pide Pierre, de 70 años, que ha asistido a muchas de estas manifestaciones.

Nuevas reglas para el mantenimiento de la ley y el orden

Esta jornada de movilización es también una prueba para el Ministro del Interior Gérald Darmanin, que presentó el viernes 11 de septiembre las medidas relativas al mantenimiento del orden.

A partir de este sábado, cada disparo de LBD, el controvertido lanzador de balas de defensa, tipo Flash Ball, tendrá que ser aprobado por un supervisor. En cuanto a las granadas antidispersión, que también fueron responsables de muchas heridas durante las manifestaciones anteriores, la policía tendrá que usar ahora unas nuevas, de dos a cuatro veces menos impactantes que las anteriores, según el ministro. Esta nueva granada también tiene una tapa más liviana que ya no vuela en el momento de la explosión.

También se deberían desplegar en los próximos meses señales luminosas y altavoces potentes para que se oigan mejor los mensajes y las indicaciones enviadas a los manifestantes.

Incluso se planea enviar automáticamente mensajes SMS a todos los teléfonos ubicados en los sitios de demostración. Por último, el nuevo plan nacional de aplicación de la ley incluye ahora un marco legislativo para que las fuerzas del orden exploten las imágenes hechas con drones.

Estas medidas fueron iniciadas por el predecesor de Gérald Darmanin, Christophe Castaner, tras repetidas polémicas sobre la mala gestión de las manifestaciones que provocaron en algunas personas heridas graves.

Los “chalecos amarillos” son un movimiento social de protesta, llamado así debido a las chaquetas fluorescentes que visten sus miembros. Tiene su origen en la difusión en las redes sociales de llamados a los franceses para protestar contra el alza de los precios del combustible.

(RFI, con el informe de Lucie Bouteloup y AFP)

 

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