¿POR QUÉ LOS MEDICAMENTOS CUESTAN 2,5 VECES MÁS EN ESTADOS UNIDOS?

Estados Unidos es el país del mundo que más invierte en sanidad pero sus medicamentos son un 256% más caros que en la el resto de países de la OCDE

En 2019 el gasto público en sanidad en Estados Unidos creció un 4,69% y alcanzó los 2.752.127,7 millones de euros anuales. Este gasto representa el 22,55% del gasto público total y el 14,38% del PIB del país. El cast en sanidad por habitante fue de 8.385 euros en 2019. Con estos datos, Estados Unidos se sitúa como número uno en el ranking mundial de inversión sanitaria por parte de los gobiernos con respecto a su PIB.

A pesar de estos datos, en Estados Unidos no existe un sistema de sanidad universal en el que todos los residentes tengan asegurado el acceso a la atención médica, como ocurre en el resto de países desarrollados. Estados Unidos se sitúa en el puesto número 55 del ranking de mejores sistemas sanitarios del mundo según el último índice del Foro Económico Mundial, una posición muy baja para un país tan rico.

os servicios tampoco están a la altura. Los investigadores descubrieron que en 2015 solo había 7,9 enfermeras en activo y 2,6 médicos en activo por cada 1.000 habitantes, en comparación con las medias de la OCDE de 9,9 enfermeras y 3,2 médicos.

Tampoco es que lo gasten en equipos. Aunque Estados Unidos ocupa el segundo lugar en número de máquinas de resonancia magnética per cápita, Japón está en primer lugar y fue uno de los países de la OCDE que menos gastó en sanidad en 2016. Varios estudios aclara los motivos: la sanidad en EE UU es demasiado cara para lo que ofrece.

EL PRECIO DE LOS MEDICAMENTOS EN EE UU

Según un nuevo estudio de RAND Corporation, una organización sin ánimo de lucro, los precios de los medicamentos en Estados Unidos son un 256% más altos que en otros 32 países de la OCDE. Los últimos estudios sobre este tema utilizaban datos de hace diez años. Esta nueva investigación está más actualizada y se basa en datos de 2018.

En el estudio se analizaron medicamentos biológicos, no biológicos, de marca y genéricos. La diferencia de precios fue mayor en los medicamentos de marca, siendo mucho más altos en Estados Unidos. En cambio, los medicamentos genéricos fueron los únicos que tenían un precio menor en Estados Unidos, costaban un 85% del precio que hay en el resto de países.

Los precios de los medicamentos en Estados Unidos son un 170% más altos que en México y un 779% más altos que en Turquía

Los autores del estudio utilizaron los precios que los fabricantes les ponen a los medicamentos. Los precios que finalmente se pagan por los fármacos después de aplicar las rebajas y después los acuerdos de las negociaciones no están disponibles. Teniendo esto en cuenta, los investigadores ajustaron a la baja los precios de los medicamentos en Estados Unidos para tener en cuenta estas variables y aún así fueron mucho más altos que en otros países.

El estudio también revela que, entre los países que pertenecen al G7 Francia, Italia y Reino Unido los precios más bajos. Los precios más altos los tienen Estados Unidos seguidos de Canadá, Alemania y Japón.

LA SANIDAD EN ESTADOS UNIDOS

El sistema de salud en España cubre la atención sanitaria de cualquier ciudadano o residente, sin importar si trabaja o no, en el caso de que sufra algún accidente o enfermedad. Este servicio público no se cobra directamente al paciente, sino que se financia mediante el descuento de una parte de la nómina de todos los trabajadores del país. Es un sistema análogo al que tienen la mayoría de los países desarrollados.

A pesar de eso, algunos ciudadanos optar por tener además seguro privado y recurrir a él cuando lo deseen. Este modelo de sanidad es muy común en países de la Unión Europea pero no tanto en el resto del mundo.

En Estados Unidos el modelo es muy distinto y representa uno de los más conocidos ejemplos de cobertura sanitaria privada. En este país la sanidad no es universal y los ciudadanos están obligados a contratar un seguro médico privado si quieren recibir asistencia sanitaria.

En ocasiones los ciudadanos estadounidenses contratan un seguro privado por su cuenta, pero lo habitual es que la compañía para la que trabajan les ofrezca, como parte de su sueldo, la cobertura médica. En el caso de los trabajadores del estado, es el gobierno quien se la proporciona.

La esperanza de vida es un buen indicativo de la calidad del sistema de salud de los países. Entre 2014 y 2017 la esperanza de vida estadounidense cayó y, aunque ya se ha recuperado, sigue sin sobrepasar la barrera de los 80 años, cosa que otros países desarrollados sí que han conseguido. La crisis de la adicción a los opiáceos que afecta al país, los suicidios y la obesidad son las principales causas de mortalidad del país.

¿Por qué la alta inversión en sanidad por parte del gobierno estadounidense no repercute en una mejor salud para la sociedad? Una de las razones es que el precio de la mano de obra, de los bienes sanitarios y de las labores administrativas es muy elevado. Además, los médicos llevan a cabo una gran cantidad de pruebas a los pacientes por miedo a ser demandados si cometen un error.

Además, los sistemas de salud nacionales obtienen mejores precios al comprar medicamentos y equipos, cosa que no ocurre con las compañías privadas de salud en EE UU.

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