¿Los parásitos pueden transmitirse en grupos sociales? Esta es la contradictoria experiencia entre elefantes asiáticos
A menudo se piensa que la vida en sociedad impulsa la transmisión de infecciones parasitarias de un miembro a otro. Sin embargo, una investigación reciente pone en duda esta afirmación, pues asegura que los elefantes asiáticos solitarios tienen tantos parásitos como los que viven en comunidad.
Vivir en grupos no siempre atrae a los parásitos
Los elefantes asiáticos o Elephas maximus son uno de los mamíferos terrestres más sociables del mundo. Tanto así, que en su hábitat en Myanmar son conocidos por empujar troncos hasta los trabajadores de la industria maderera. Pero también son los mamíferos más propensos a sufrir infecciones provocadas por los nematodos intestinales o los gusanos redondos.
Hasta hace poco, se creía que estas enfermedades estaban vinculadas con sus comportamientos sociales, ya que estos elefantes viven en manadas de seis a siete miembros. En su mayoría, compuestas exclusivamente por hembras que imitan las acciones de su matriarca o líder.
Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Turku revelaron que los parásitos ya estaban en los elefantes antes de que se formaran las manadas.
Para dar con este hallazgo, el equipo estudió a 71 elefantes asiáticos en la zona de Myanmar, y a sus respectivos parásitos. Esto mediante el conteo de los huevos de nemátodos en sus muestras fecales.
Fue así como notaron que la sociabilidad, la soledad, el tamaño del grupo y el sexo eran irrelevantes cuando se hablaba de parásitos intestinales. Todos los elefantes tenían parásitos o infecciones parasitarias, aun cuando algunos preferían pasar tiempo a solas en el bosque.
Al recibir un tratamiento veterinario oportuno, los elefantes redujeron considerablemente esta infección parasitaria. Lo que llevó a los investigadores a concluir que los parásitos no se propagaron entre los elefantes de la manada. De lo contrario, habrían vuelto al veterinario un par de semanas después de estar con los suyos.
“No encontramos ninguna relación entre nuestras medidas de restricción social en los elefantes asiáticos y las infecciones parasitarias”.
Martin Seltmann, investigador en la Universidad de Turku
¿Un caso aislado o una tendencia en todos los mamíferos?
De momento, este hallazgo es el único que ha desvinculado a los parásitos de los grupos sociales de mamíferos. Razón por la cual los investigadores creen que es necesario realizar estudios a mayor escala que establezcan cómo la sociabilidad influye en las enfermedades. Básicamente porque se habla mucho acerca del poder que tienen los grupos sociales para proteger a sus comunidades en caso de una infección ecológica, aunque no existen estudios que respalden tales afirmaciones.
Tal y como ocurre con los que creen que los grupos sociales fomentan la proliferación de infecciones intestinales, cuando solo se ha confirmado que los parásitos pueden contagiarse por medio del consumo de agua y materiales contaminados con heces. No por las actividades sociales.
Ahora bien, este estudio de elefantes asiáticos y parásitos fue hecho en poblaciones semi cautivas. Lo que significa que los patrones sociales observados en los elefantes pueden no ser iguales a los de sus contrapartes salvajes. Aunque sus parásitos intestinales son mucho más naturales que los de las especies criadas en zoológicos, en donde la atención médica de los cuidadores impide el desarrollo de enfermedades.
“Los elefantes de Myanmar viven en unidades de trabajo móviles sin competencia fuerte o jerarquías de dominio. Esto puede significar que los parásitos intestinales son mitigados por los beneficios sociales de vivir en grupo. Pero podría haber una infección débil que no pudimos capturar por el cautiverio”.
Martin Seltmann
Así que, si bien esta investigación no puede afirmar que los grupos sociales no transmiten infecciones, es el primer paso para estudiar los pros y los contras biológicos de vivir en comunidad.