PIOJOS: 8 COSAS QUE NO SABÍAS DE ELLOS

Los piojos son un parásito que se adhiere al cabello humano y se alimenta de sangre humana. El tipo de piojo más frecuente es el de la cabeza. 

Una infestación con piojos se conoce médicamente como pediculosis capitis. Los adultos femeninos pueden poner hasta seis huevos por día. 

Los huevos se ponen directamente sobre el tallo del cabello. Los que están a menos de seis milímetros del cuero cabelludo tienen más probabilidades de eclosionar. Asimismo, los huevos están esencialmente pegados al cabello por las secreciones del piojo femenino.

Los huevos tardan aproximadamente una semana en eclosionar, produciendo una ninfa. Las ninfas luego pasan por tres períodos de crecimiento sucesivos. Durante estos brotes, mudan hasta alcanzar el tamaño adulto.

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OJERAS Y NUCA

Ni todo el monte es orégano ni toda la cabeza es igual para los piojos. Estos insectos de seis patas muestran una clara preferencia por la nuca, donde el pelo suele ser más largo. Y acostumbran a depositar sus huevos detrás de las orejas; en concreto, a uno o dos milímetros del cuero cabelludo, donde se mantienen calientitos. 

Para evitar que los huevos se desprendan, sus madres producen una especie de pegamento. Las larvas nacen en un plazo de siete a 11 días.

ADULTOS (CASI) A SALVO

Por lo general, las infestaciones ocurren entre los tres y los 10 años de edad. A partir de ese momento aumenta mucho la producción de sebo en el pelo, una sustancia grasa que los piojos detestan. De ahí que apenas se den casos entre los adultos. 

Otro enemigo declarado de estos parásitos son los tintes capilares, sobre todo aquellos que contienen amoniaco en la fórmula.

CUESTA QUITÁRSELOS DE ENCIMA

Lo mejor es optar por un tratamiento combinado. Es decir, eliminar los piojos y sus huevos con peines especiales y aplicar también productos químicos. Hasta hace poco, los champús y lociones contenían piretrinas, un insecticida que puede ser ineficaz en caso de que los piojos se hayan vuelto resistentes, algo cada vez más frecuente. 

De ahí que hayan empezado a ganar puntos los tratamientos con dimeticona, una especie de silicón que tapa los orificios a través de los que respira el piojo, causándole asfixia y deshidratación. Un efecto similar al que buscaban nuestras abuelas cuando untaban el pelo con mayonesa, pero más eficaz.

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ASESINOS PROFESIONALES DE PIOJOS

Tanto en Estados Unidos como en Europa han surgido empresas exterminadoras de piojos. Sus operadores libran la batalla contra los parásitos usando una potente mini aspiradora para extraer la mayor cantidad de insectos posible.

A continuación lanzan chorros de aire caliente sobre el cabello para deshidratar los huevos y terminan aplicando un acondicionador de pelo y retirando los huevos que quedan con un peine especial.

TRES TIPOS

Además de los de la cabeza –Pediculus humanus capitis–, los humanos son vulnerables a otros dos ftirápteros. Por un lado, los piojos corporales –Pediculus humanus corporis–, que pertenecen a la misma especie y suelen vivir en la ropa, las sábanas y las toallas. Ponen sus huevos en las fibras textiles y sólo se trasladan temporalmente a la piel para alimentarse.

A ellos se les suman los piojos púbicos o ladillas, Pthirus pubis, que según estudios recientes nos contagiaron los gorilas hace varios millones de años, quizá por dormir en los mismos nidos o alimentarnos de su carne. Por lo general se encuentran adheridos al pelo del área púbica, aunque también pueden colonizar el vello de las cejas, pestañas, barba, bigote o las axilas.

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LOS PIOJOS NO SALTAN

A diferencia de las pulgas, los piojos no se desplazan de un lado a otro dando brincos. Tampoco saben volar y ni siquiera se defienden nadando. Eso sí, caminan bastante rápido, a unos 30 centímetros por minuto sobre pelo seco.

Así las cosas, el único modo posible de contagio es que, mientras juegan unos niños con otros, sus cabellos entren en contacto o que compartan cepillos, peines, geles y gorras. Además de juntar las cabezas al hacerse selfies con el celular, una práctica que, según los dermatólogos, ha aumentado el contagio entre adolescentes en los últimos años.

EL CABELLO LIMPIO SÍ LES GUSTA

Porque su objetivo no es la suciedad, sino la sangre. Es más, parece que prefieren el cabello limpio al sucio, y el liso al rizado. Los piojos localizan las venas del cuero cabelludo, las perforan y succionan la sangre, no sin verter antes un poco de saliva para impedir que se coagule. 

Como consecuencia, la víctima empieza a sentir un fuerte picor que nada tiene que ver con falta de higiene. Por lo tanto, lavarles la cabeza con insistencia a los niños no evita que se contagien.

PIOJOS: UNA SOLA CÓPULA

Estos parásitos se aparean una vez, pero resulta una cópula muy eficaz, ya que la hembra almacena el esperma en su cuerpo y lo usa para producir huevos cada día de su vida, que normalmente dura un mes. Suelen poner de cinco a 10 huevos diarios.

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