¿ES POSIBLE AHOGARSE CON UNA PASTILLA?

Cada vez que comemos, nuestro cuerpo inicia un proceso que controlamos al abrir la boca y masticar, pero que continúa de forma involuntaria.

Después de que trituramos los alimentos, la lengua y el paladar empujan cada bocado hacia la faringe. En ese instante, la epiglotis, un cartílago que tenemos detrás de la lengua, cierra instintivamente la laringe para bloquear el paso de alimentos y líquidos hacia las vías respiratorias y dejamos de respirar por un momento, hasta que la comida cae al esófago.

Sin embargo, cuando alguien se ríe, intenta hablar o está en movimiento mientras pasa un bocado, es posible que la laringe no se cierre por completo y el alimento alcance las vías respiratorias obstruyendo el paso del aire.

 

Este fenómeno, conocido como atragantamiento puede ser parcial, cuando la persona en turno empieza a toser y podrá sacar el bocado por sí misma; o total, una emergencia que requiere actuar rápidamente con palmadas o la maniobra de Heimlich para evitar la muerte.

Y aunque parece un problema menor, distintos estudios han demostrado que se trata de una causa de muerte más común de lo que parece: el atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España, mientras que el bloqueo de vías respiratorias constituye el 13 % de las muertes por asfixias accidentales en México.

Los alimentos que más comúnmente producen atragantamiento son aquellos esféricos, ovalados o de una consistencia resbaladiza: uvas, salchichas, frutos secos y caramelos encabezan la lista de principales causantes de atragantamiento.

ENTONCES, ¿ES POSIBLE AHOGARSE CON UNA PASTILLA?

Ahogarse con una pastilla
Foto: Unsplash

 

Aunque no existe un estudio pormenorizado al respecto, una buena parte de la población enfrenta dificultades para tragar pastillas, especialmente cuando se trata de antibióticos y otras cápsulas de gran tamaño.

Estos problemas pueden ir desde necesitar una gran cantidad de agua, hasta acumular diversos intentos fallidos antes de lograr tragarla, o quedarse con una sensación de intranquilidad de que la pastilla se encuentra atorada a medio camino del esófago.

Sin embargo, la evidencia demuestra que entre todas las causas de atragantamiento, las tabletas ni siquiera figuran en el listado y por lo tanto, es casi imposible ahogarse con una pastilla, siempre que se acompañe de un vaso de agua y se haga de manera correcta, evitando hablar, gritar o reír mientras se ingiere.

 
 

Ahogarse con una pastilla

Foto: Unsplash

 

No obstante, el riesgo puede aumentar cuando se trata de suplementos alimenticios o dietéticos: si bien los distintos organismos encargados de aprobar medicamentos en cada país exigen que las pastillas no excedan determinado tamaño para que puedan ser tragadas con facilidad, las tabletas de suplementos que no son medicamentos escapan de esta clasificación y en ocasiones, su tamaño puede ser mucho mayor que el de un antibiótico, por ejemplo.

Una investigación publicada en la revista científica Annals of Internal Medicine, determinó que más de tres cuartas partes de las personas que sufren dificultades para tragar comprimidos y atragantamiento son adultos mayores.

Todos estos productos comparten dos características: una dimensión mayor de 17 milímetros de largo y ser suplementos alimenticios y no medicamentos. De ahí que una recomendación cuando se trata de vitaminas sea partir las tabletas a la mitad, especialmente cuando se administran a adultos mayores.

Y como resulta estadísticamente más probable morir de atragantamiento por cualquier trozo de comida que en un accidente automovilístico, lo mejor es masticar entre 30 y 50 veces cada bocado, comer con calma y sobre todo, evitar reír o intentar hablar mientras se degluten los alimentos.

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