¿Pueden 7 preguntas determinar nuestro nivel de sabiduría? La ciencia cree que sí

En general, asociamos a una persona sabia con alguien que ya tiene cierta edad y ha aprendido infinidad de lecciones a lo largo de su vida. Sin embargo, la sabiduría es un rasgo de personalidad cuyo nivel se puede determinar en cualquiera y que, ahora, siete simples preguntas pueden ayudar a revelar.

Claramente, eso no implica que todos podemos ser sabios, pero sí que la sabiduría como un rasgo de nuestra personalidad podría encontrarse en cualquiera de nosotros. Anteriormente, los investigadores Michael L. Thomas, Barton W. Palmer, Ellen E. Lee, Jinyuan Liu, Rebecca Daly, Xin M. Tu y Dilip V. Jeste diseñaron la “Escala de Sabiduría de San Diego de 28 ítems (SD-WISE-28)” para detectar dicha característica.

 

Ahora, con una publicación en International Psychogeriatrics han llevado su trabajo a un nuevo nivel. Todo con la intención de crear una herramienta de medición corta pero precisa que permita detectar el nivel de sabiduría en las personas con un alto porcentaje de confiabilidad.

Siete preguntas… eso es todo lo que esta escala necesita para determinar nuestro nivel de sabiduría

Específicamente, la nueva escala creada por los investigadores fue denominada SD-WISE-7 o Jeste-Thomas Wisdom Index. Gracias a ella, el sistema de 28 ítems antes utilizado pasa a tener tan solo 7 afirmaciones con las que las personas pueden acordar o no.

Gracias a esa rápida prueba, los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego pueden crear un perfil rápido de las cualidades de sabiduría de las personas.

Para comprobarlo, se trabajó con una muestra de 2.093 participantes que tenían entre 20 y 82 años. Todos respondieron a la breve encuesta en una plataforma de crowdsourcing en línea Amazon Mechanical Turk. Al final, se estudiaron los resultados del SD-WISE-7 en relación a los niveles de sabiduría medidos en los voluntarios.

“Más corto no significa menos válido”

Vía Pixnio.
 

Esa es una de las primeras afirmaciones con las que Jeste, el autor principal del estudio hace mención a la nueva escala. De acuerdo a sus comentarios, la reducción de su longitud no resta precisión a la encuesta, pero sí añade rapidez para hacerla mucho más cómoda y aumentar su alcance (así como la facilidad para analizarla).

Seleccionamos el tipo correcto de preguntas para obtener información importante que no solo contribuye al avance de la ciencia, sino que también respalda nuestros datos anteriores de que la sabiduría se correlaciona con la salud y la longevidad”.

Para poder hacer eso, se aseguraron de que las siete preguntas concordaran con los siete rasgos principales encontrados en la sabiduría. Específicamente, ellos son:

  • Autorreflexión.
  • Comportamientos prosociales (como empatía, compasión y altruismo).
  • Regulación emocional.
  • Aceptación de diversas perspectivas.
  • Capacidad de decisión.
  • Tendencia al asesoramiento social efectivo (como dar consejos racionales y útiles a los demás).
  • Espiritualidad.

Con cada una de las afirmaciones, se estudiaba el nivel de acuerdo de las personas a uno de dichos rasgos. Luego de medir su nivel de acuerdo (escalado del 1 al 5) se pudo determinar el nivel de sabiduría de las personas en tan solo siete preguntas.

¿Por qué es importante medir nuestra sabiduría?

Luz brillante que ilumina libro para determinar la sabiduría contenida en un libro.
Vía Pixabay.

Las medidas de sabiduría se utilizan cada vez más para estudiar los factores que afectan la salud mental y el envejecimiento óptimo”, dijo Jeste.

Efectivamente, ser sabios no solo puede ayudar a nuestra salud mental y social, sino que también puede colaborar con nuestro bienestar físico. Por ese motivo, podría ser vital el hecho de que es una característica de personalidad mutable, para promoverla entre la sociedad. Después de todo, se puede hacer que ella cambie en el tiempo y cultivarla para promover nuestra salud.

Al igual que la vacuna COVID-19 nos protege del nuevo coronavirus, la sabiduría puede ayudarnos a protegernos de la soledad. Por lo tanto, podemos ayudar potencialmente a poner fin a una pandemia conductual de soledad, suicidios y abuso de opioides que ha estado ocurriendo durante los últimos 20 años”, concluyó el investigador.

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