Seguridad perdida

 

Por: Luis Enrique Ramírez

Nuevamente Zacatecas se ve inmiscuido en una problemática donde se expone el mal manejo de los centros de seguridad y que deja a toda la organización como un sistema disfuncional. En los últimos días, dentro del penal de Calera una mujer que duró 2 meses dentro fue víctima de violación, misma que se asegura estaba aislada y fue ultrajada por un custodio, mismo que se desconoce su paradero.

Este es uno suceso más que ha pasado dentro de las cárceles zacatecanas, después de que el pasado 31 de diciembre, primero de enero y todavía días después se presentaran peleas con un resultado de 16 personas fallecidas, generando fuera del edificio una turba de familiares desesperados y la idea de que en ese lugar la seguridad zacatecana no es la que gobierna.

Pero no toda la tensión se vive en las cárceles zacatecanas, sino también en las calles y en los municipios más alejados del estado, donde la ley ya fue instalada por el crimen organizado y la disputa de 5 grupos delictivos en lugares en donde no se encuentra ningún elemento de la policía y el fentanilo cada vez se vuelve más notorio.

¿Qué se puede esperar de la situación de seguridad en un estado donde los mismos policías renuncian por el miedo? Pues al parecer solo queda estar pendiente de nuestra propia espalda, sin la confianza de que nuestra seguridad pudiera hacer algo.

Zacatecas parece perdido, sin un rumbo que seguir y que le pueda dar tranquilidad a su gente. Con calles donde la seguridad es escasa y sin resultados contra el crimen organizado que mas que disminuir, se ve que cada vez toma mayor peso y un sistema de seguridad zacatecano que no encuentra la pieza para brindarle bienestar a los habitantes.

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