Sentirte mayor para tu edad puede hacer que ayudes más a los extraños

Si bien las organizaciones benéficas suelen depender de las donaciones para continuar sus operaciones, obtener ese apoyo llega a ser complicado. Pero los resultados de un estudio revelaron una forma novedosa de motivar a las personas hacia la acción prosocial, al evidenciar que el aumento de la edad subjetiva de las personas las motiva a contribuir más al bien común.

Edad subjetiva

Se cree que la complicación a la que se enfrentan las organizaciones benéficas se debe a que las personas tienden a estar más inclinadas a ayudar a quienes están cerca de ellos, en lugar de a las personas que no conocen.

 
Esta investigación reveló un lado positivo del envejecimiento: sentirse mayor motiva a las personas a ayudar a los demás, y el comportamiento prosocial está relacionado con un mayor bienestar.

Esta premisa sirvió para que un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford explorara un factor que puede llevar a las personas a estar más dispuestas a dar a los demás: la edad avanzada.

Existe un consenso general de que las personas mayores tienen una mayor responsabilidad con la sociedad. Aunque la edad real de las personas sorprendentemente no está sincronizada con la edad que sienten.

Los autores, por tanto, se centraron en la edad subjetiva, proponiendo que hacer que las personas se sientan mayores debería aumentar su sentido de responsabilidad con el bien común y llevarlas a contribuir más a los demás.

Para ello, los investigadores establecieron el efecto de que preparar a las personas para que se comparen con alguien más joven que ellos aumenta la edad que sienten. A continuación, exploraron si aumentar la edad subjetiva de una persona puede estimularla a ayudar a los demás.

Más dispuestos

 

Con este fin, el equipo manipuló la edad subjetiva de los participantes pidiéndoles que imaginaran tener una interacción con una persona más joven (preparándolos para sentirse mayores) o una persona mayor. Luego, los participantes vieron un anuncio que mostraba una organización que ofrece perros guía para ciegos.

El estudio evidenció que el aumento de la edad subjetiva de las personas las motiva a contribuir más al bien común.

Los investigadores encontraron que aquellos que estaban preparados para sentirse mayores informaron una mayor disposición a apoyar la caridad que aquellos que no lo estaban. Además, la edad real no predijo el apoyo a la organización benéfica.

Los investigadores también encontraron evidencia de una vía para este efecto. Aquellos que estaban preparados para sentirse mayores informaron que se sentían más responsables de contribuir al bien común, lo que a su vez los llevó a una mayor disposición a ayudar.

En referencia a estos hallazgos, la investigadora Jen H. Park, afiliada a la Escuela de Negocios de la Universidad de Stanford y autora principal del estudio, señaló:

“Sentirse mayor o más joven es un estado de ánimo y, a diferencia de muchos estereotipos relacionados con la edad, sentirse mayor en realidad puede tener implicaciones positivas para la sociedad en su conjunto”.

Si bien la sociedad tiende a menospreciar el envejecimiento, esta investigación revela un lado positivo: sentirse mayor motiva a las personas a ayudar a los demás, y el comportamiento prosocial está relacionado con un mayor bienestar.

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