Sputnik V: dudas y certezas alrededor de la vacuna rusa

Por RFI

Fue la primera inoculación anunciada a nivel mundial para luchar contra la covid-19, pero la Sputnik V -elegida por Argentina, Venezuela o Bolivia- plantea interrogantes por la escasez de datos en su desarrollo y efectos secundarios, incluso en Rusia. Se estudia combinarla con la vacuna Oxford-AstraZeneca.

La vacuna rusa Sputnik V ha sido la más veloz, y tal vez por eso la más discutida. En agosto, fue la primera vacuna autorizada para uso de emergencia en todo el planeta, a pesar de que para entonces sólo había sido probada en unas decenas de personas.

Sus creadores dieron a conocer la publicación de sus resultados en un artículo de la revista médica ‘The Lancet’. La investigadora Inna Dolzhikova señaló en una videoconferencia que “no se hallaron eventos adversos graves en nuestra vacuna, la cual generó al 100% de los participantes en los ensayos clínicos –76 adultos— una respuesta inmunitaria estable”. Entre los efectos “tuvimos solo un dolor de cabeza, dolores de articulaciones, pero no fueron serios y no tuvimos un solo acontecimiento adverso severo”. 

El Gobierno argentino acordó recibir a partir de enero cinco millones de dosis de la vacuna Sputnik V, y para febrero espera otras 14,7 millones, de acuerdo al contrato firmado el pasado diciembre con el Fondo Ruso de Inversión Directa, que impulsa la vacuna. Nicolás Maduro, presidente de Venezuela anunció que el país caribeño podrá iniciar la campaña de vacunación en abril de 2021 “de manera optimista”, tras la compra de 10 millones de dosis. 

Bolivia también ha confiado en la vacuna rusa. El portavoz presidencial, Jorge Richter, añadió que en América Latina se busca implantar una campaña de desprestigio contra la vacuna rusa por parte de la “derecha latinoamericana”. 

Pero en Rusia también se ha manifestado desconfianza desde algunos sectores. Un grupo de científicos de varias universidades rusas ha criticado el proceso de desarrollo de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V de Rusia como “completamente inaceptable” en una carta abierta publicada por varios medios en Moscú. Critican los escasos datos que han difundido los desarrolladores de la vacuna. 

El milagro ruso

La Sputnik V se administra en dos etapas, en un intervalo de 21 días y consta de dos componentes. El primero se basa en el adenovirus humano tipo 26. El segundo, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5. Igual que en otros países, en Rusia también tienen prioridad los profesionales de la sanidad y del sector educativo, al considerarse “que son las profesiones de mayor riesgo”, explica el doctor Andrei Tiashelnikov, al frente de una de las unidades donde se administra la primera de las dos inyecciones de la vacuna, a las afueras de Moscú. La vacuna se conserva a -18 grados. Hay planes para una versión en polvo más práctica, pero aún no se está fabricando en grandes cantidades. El doctor Tiashelnikov mira con orgullo a la nevera: “Tenemos 700 dosis ahí dentro”. 

Natalia es una joven doctora en Moscú. “No pienso ponerme la vacuna, aunque nos obliguen, nos llegan todos los días casos de efectos secundarios, no ha habido tiempo de probarla de manera suficiente”. Aunque debido a su profesión tiene prioridad, “no hay cámaras que demuestren que pese a firmar que la he recibido he salido de la sala sin que me la administren”. 

En el caso ruso, igual que ha pasado en otros, se han producido algunos contratiempos. En noviembre se notificaron tres casos de Covid-19 entre sanitarios de la región de Altai que habían sido inoculados semanas antes con la vacuna Sputnik V tras haber dado negativo en el test previo. Esto no tiene por qué significar que la vacuna no funcione. La epidemióloga jefe de la región, Irina Pereladov, dijo al sitio web de noticias Amic.ru que los médicos voluntarios se infectaron dentro de las 24 horas posteriores a la realización de las pruebas y antes de recibir la vacuna. En la región siberiana de Kuzbass se dio también un caso similar. Hay que tener en cuenta que, según el Instituto de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, creador de la vacuna, no hay una inmunidad completa hasta tres semanas después de la administración de la segunda dosis. 

Sin placebo

Moscú no ha comunicado los datos de su vacuna para que sea validada por organismos como la Organización Mundial de la Salud. Su uso porque no ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicamento, que ni espera recibir datos de las autoridades rusas. Pero en Europa —sólo Hungría se ha sumado en el viejo continente— se puede usar de manera provisional debido a la emergencia sanitaria. 

Ahora se ha sumado otra distorsión, también relacionada con las prisas. Rusia comenzó la vacunación masiva el 5 de diciembre, con la tercera fase experimental todavía en marcha. Los fabricantes de la vacuna Sputnik V dejaron de usar placebos en los ensayos porque los voluntarios se enteraron y se vacunaron ellos mismos. 

Así que en esta etapa del estudio, no está claro cómo se compararán los datos de los que recibieron la vacuna y los que recibieron un placebo, señala el periódico. Esto podría poner en riesgo el estudio Sputnik V , escribe el medio ruso ‘Meduza’.

En septiembre el centro Gamaleya dijo que alrededor de 10.000 voluntarios recibirían un placebo; y 30.000, una vacuna. Señaló que una vez finalizada la investigación, será posible estimar cuántas personas de los dos grupos se han infectado con el coronavirus. Pero ahora el cálculo queda emborronado por un cambio en las variables del experimento. 

Lo que sabemos es que la Sputnik V ha sido probado en un ensayo de fase III en el que participaron 22.000 sujetos. Y dentro de este grupo se han dado menos casos de contagio que en otras vacunas (78). Pero los especialistas advierten de que en otros países las pruebas han abarcado a más gente y se han hecho en un momento al alza de los contagios. Una de las posibilidades de las que se está hablando ahora mismo es la posibilidad de combinar la Sputnik y la Oxford-AstraZeneca, por la efectividad de su primer y segundo pinchazo respectivamente. 

Rusia no está entre los países que utilizarán la vacuna híbrida. Pero según difundió la BBC en diciembre, los primeros ensayos en este sentido se van a llevar a cabo en Rusia, pero aún no está claro cuánta gente se probará esta inmunización. 

Generará inmunidad por dos años, según el laboratorio ruso. “Como resultado del uso de esta vacuna híbrida de dos componentes, las células de la memoria se formarán mejor, y la vacuna obviamente, protegerá a los vacunados no por tres o cuatro meses, sino por al menos dos años, aunque, por supuesto, se necesitará más trabajo para probarlo experimentalmente”, dijo Alexander Guintsburg, director del Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, en una entrevista con el canal ruso Rossiya 24.

 

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