¿Por qué el tiempo siempre va hacia adelante?

A lo largo de la historia, los filósofos han estado intrigados por la naturaleza del tiempo y cómo nosotros, como seres humanos, experimentamos su progresión. La percepción del tiempo es parte de la experiencia humana y es esencial para el comportamiento diario y para la supervivencia; de allí el interés de comprender las características y propiedades del tiempo.

Cada momento que pasa nos mantiene en un viaje del pasado al presente y al futuro, con el tiempo siempre fluyendo en la misma dirección. En ningún momento parece que se detenga o retroceda, ya que esta “flecha del tiempo” siempre nos lleva hacia adelante.

 

Pero si miramos las leyes de la física, de Newton a Einstein, de Maxwell a Bohr, de Dirac a Feynman, éstas parecen ser simétricas con respecto al tiempo. En otras palabras, las ecuaciones que gobiernan la realidad no tienen preferencia por la forma en que fluye el tiempo.

El tiempo avanza en sola dirección: hacia adelante

Las soluciones que describen el comportamiento de cualquier sistema que obedece a las leyes de la física, tal como las entendemos, son tan válidas para el tiempo fluyendo hacia el futuro como para el tiempo fluyendo hacia el pasado. Sin embargo, sabemos por experiencia que el tiempo solo fluye en una dirección: hacia adelante.

Sabemos por experiencia que el tiempo solo fluye en una dirección: hacia adelante.

Muchos científicos creen que podría haber una conexión entre la “flecha del tiempo” y una cualidad llamada entropía. Si bien la mayoría de la gente normalmente equipara la entropía con  “desorden”, esa es una descripción que es particularmente imprecisa. En su lugar, la entropía debe ser entendida como una medida de incertidumbre o aleatoriedad.

 

La segunda ley de la termodinámica es una relación muy importante en física, y establece que la entropía de un sistema cerrado (autónomo) solo puede aumentar o permanecer igual en el tiempo; nunca puede bajar. En otras palabras, con el tiempo, la entropía de todo el universo debe aumentar.

Para el tema en cuestión, esto es se suma relevancia, pues se trata de la única ley de la física que parece tener una dirección preferida para el tiempo.

El avance del tiempo y la entropía

Para algunos físicos, solo experimentamos el tiempo de la manera en que lo hacemos debido a la segunda ley de la termodinámica y que existe una conexión fundamentalmente profunda entre la direccionalidad de la “flecha del tiempo” y la entropía.

Existe una conexión fundamentalmente profunda entre la direccionalidad de la “flecha del tiempo” y la entropía que gobierna al universo.

La flecha del tiempo dictada por la expansión del universo avanza por la misma razón que lo hacen las flechas psicológicas y termodinámicas del tiempo: el desorden aumenta a medida que el universo se expande.

Siendo así, entendemos la flecha del tiempo desde una perspectiva termodinámica, y ese es un conocimiento increíblemente valioso e interesante. Pero si quieres saber por qué el ayer se encuentra en el pasado inmutable, que mañana llegará en un día y que el presente es lo que estás viviendo en este preciso momento, la termodinámica no te dará la respuesta. De hecho, esa es una de las grandes interrogantes de la ciencia.

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