Trastorno de estrés postraumático o cómo la mente de militares y maltratadas se enfrenta al trauma vivido

Penélope Álvarez tiene dos hijos en la serie One Dat At A Time (Netflix) y un exmarido alcohólico. Comparte con él, además, el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) que les dejó la Guerra de Afganistán, ya que ambos se alistaron tras el 11-S. La serie muestra cómo Penélope lucha por superar su TEPT, pero no le añade dramatismo de más. De hecho, en contados capítulos se trata desde fuera de la comedia, aunque sin quitarle importancia a este trastorno. Al contrario, es una forma más de visibilizar y concienciar sobre la salud mental.

Como en el caso de Penélope y su exmarido, este trastorno está relacionado “con el estrés que puede aparecer tras haber sufrido u observado un acontecimiento traumático (una agresión, un accidente, una enfermedad mortal o una muerte inesperada…), en el que hemos percibido que estaba en juego nuestra integridad o la de otras personas“, tal y como explica a Hipertextual César González-Blanch, psicólogo clínico del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en Santander. Así que el factor principal que desencadena está relacionado con la sensación de que nuestra vida (o la de alguien cercano) está en peligro.

 
 

De hecho, pueden ocasionar este tipo de trastorno desde las inundaciones recientes en algunas localidades españolas hasta atentados terroristas, pasando también por el maltrato psicológico y físico al que se ven sometidas las víctimas de violencia de género. Claro que no solo la violencia de género deja marca, ni siquiera afecta a hombres y mujeres de la misma forma, según explica González-Blanch, “los traumas más frecuentes en hombres suelen ser agresiones y muertes; en las mujeres, violaciones”, añade el psicólogo clínico.

Pero ¿cómo se manifiesta el TEPT? ¿Cuándo aparece? ¿Es igual para adultos que para niños? ¿Cómo se trata este trastorno? ¿Es necesaria la medicación en todos los casos?

 
 

“Los síntomas tienen que ver con re-experimentar el trauma con sueños, recuerdos o sensaciones no deseadas; evitar situaciones o emociones que recuerden el trauma; y estar en un estado de hipervigilancia, que suele conllevar irritabilidad, sobresaltos o dificultades para concentrase en el día a día”, enumera. “Pero para hablar de TEPT estos síntomas deben durar más de un mes y ser lo suficientemente graves como para interferir en la vida diaria de la persona que lo sufre”, añade el psicólogo. Sobre cuándo comienzan a manifestarse los síntomas las víctimas, González-Blanch comenta que “suelen comenzar poco después del trauma, aunque hay excepciones con un inicio bastante después del suceso traumático”.

 

Después del maltrato “el estrés se hizo mucho peor”

 

Galicia K. Méndez tiene 33 años y está diagnostica de TEPT debido a que su expareja la maltrataba. Antes de eso ya tenía “un diagnóstico de salud mental un poco complicado con respecto a la ansiedad y al manejo del estrés”, explica desde el otro lado de la línea, pero después de esta relación “el estrés se hizo mucho peor”. Esto hizo que tuviera pesadillas, miedo a salir a la calle, perdió mucho peso y después cogió mucho peso, también, se agudizaron sus despersonalizaciones (como si estuviera fuera de su propio cuerpo) y, además, le ha influido en sus relaciones afectivas. Es más, Galicia tuvo que cambiar de ciudad después de terminar esta relación “porque tenía miedo de lo que me pudiera pasar”.

 
 

“Los síntomas de despersonalizaciones me ocurrían con frecuencia antes, pero se agudizaron mucho. Son momentos de mucho estrés, pasas mucho tiempo en shock, sobre todo porque un problema que viene con el maltrato es que no te puedes creer que eso te pase a ti”, explica a través del teléfono Galicia. Esta joven cuenta que tuvieron que cogerla y hacerle ver lo que estaba pasando y, aún así, ella pensaba: “No puede ser que esto me esté pasando a mi”. “Pero sí, sí que me estaba pasando”, añade. El TEPT, apunta, “es algo que empieza una vez que tú te das cuenta de la gravedad del asunto y luego pasas por diversas etapas. Lo que te queda de remanente ahí es el estrés y la evitación de ciertas situaciones”. “No es lo típico de que te cuesta confiar en la gente, pero sí que es cierto que, por ejemplo, tienes miedo a ciertas situaciones. Yo no me voy a una cita en el coche del chico con el que quedo, no me siento cómoda“, explica. “Te sientes incómoda y lo evitas”, añade Galicia.

 

Cualquier situación en la que la persona con TEPT perciba, aunque sea una percepción errónea, que se está repitiendo lo que le sucedió, puede provocar un ataque de pánico, estrés o ansiedad. Hasta un ruido fuerte puede desencadenar los recuerdos de la violencia vivida, pero en el caso de las mujeres también puede producirlo creer ver .

 

En el caso de los niños, también pueden sufrir este trastorno, según afirma el psicólogo clínico. “Es común que presenten algunas diferencias con respecto a los adultos, especialmente los más pequeños, de menos 6 años”, indica. En estos menores los signos que apuntan al TEPT suelen estar relacionados con “retrocesos en su desarrollo” como puede ser “perder el control de esfínteres después de haberlo adquirido, o presentar problemas en el habla, o una mayor dependencia de sus padres, y es también frecuente que representen aspectos del trauma en sus juegos“, indica González-Blanch.

¿Terapia o medicación?

“Se estima que alrededor de un 2% de la población en España puede llegar a presentar un TEPT a lo largo de su vida”, explica a Hipertextual González-Blanch. “En un año dado, la prevalencia se estima para España en un 0,5%, esto supondría que hay en torno a un cuarto de millón de personas en España que han cumplido criterios de TEPT este año”, apunta. “Es probable que, a la vista de los estudios epidemiológicos en otros países occidentales, estos datos sean una infraestimación de las dimensiones de este problema“, señala.

Una persona con trastorno de estrés postraumático puede superarlo. El psicólogo o psiquiatra puede determinar que una persona que “cumple los criterios de tiempo y de gravedad, por el malestar o la interferencia que genera” necesite tratar el TEPT. “Hay que saber que es frecuente que se esté sufriendo durante muchos años antes de pedir ayuda, con lo cual lo que suele llegar a la consulta son personas con cuadros cronificados“, añade González-Blanch. “La principal línea de tratamiento es el tratamiento psicológico dirigido al trauma, pero, en algunos casos, los pacientes pueden beneficiarse también de un tratamiento con antidepresivos, que pueden ayudar en el manejo de algunos síntomas como la tristeza o la excesiva ansiedad”, explica este experto.

“La gente piensa normalmente que, cuando sufres un evento de estas características o las que sean, pero que te dejan marca, te dan un tiempo para recuperarte y si no lo haces en ese tiempo, hay gente que incluso se enfada contigo porque ya deberías estar bien”, comenta Galicia. “Pero yo, después de seis años, ahora es cuando empiezo a tocar en terapia todas esas cosas”, explica. “Hay veces que lo tienes tan en carne viva que no puedes trabajarlo aunque quisieras. Es complicado”, afirma.

Para Galicia es importante hablar del TEPT, ya que es “una de las formas que hay para ayudar a que la gente pueda sobrellevar sus propios trastornos de estrés postraumático”. También de que los demás “se den cuenta de que hay veces que hay cosas que se enquistan y hay que trabajarlas. La mayor parte de TEPT se suelen reabsorber de alguna manera, rápido y bien. Y no da mayores problemas. Pero si necesitas otro ritmo, no pasa nada”, comenta. “Hay que darle más normalidad al asunto”, concluye.

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