Veneran en Bonito Pueblo a la Virgen de Guadalupe que desapareció
Por: Luis Enrique Ramírez
Por ser la madre de los mexicanos, cada 12 de diciembre los barrios honran la llegada de la Virgen de Guadalupe, y con todo un rito agradecen por todos los milagros realizados.
Como símbolo universal de las colonias, cada una de ellas mantiene un altar dirigido a su santa patrona, pero un altar en particular ubicado en Bonito Pueblo, Guadalupe tiene una vitrina que guarda dos imágenes de la Virgen de Guadalupe, pues cuenta la historia que un día la primera desapareció y no fue hasta tiempo después que la misma volvió para acompañar a Juan Diego y a su parecida.
Cuentan los colonos que después de su pérdida, una de las vecinas en un viaje a la Ciudad de México compró una segunda figura para ponerla en el mural, y para sorpresa de los colonos, un día sin darse cuenta, la estatuilla que creían había sido robada volvió a la esquina de las primeras calles de Bonito Pueblo.
Los vecinos cuentan que nadie tiene conocimiento de a dónde fue a parar ni para qué se la llevaron, pero en ellos queda el pensamiento que de a donde llegó fue para hacer el bien.
Una tradición con 10 años, los fieles, con el sol sobre sus cabezas, inician desde temprano su día. Desvelados dedican cantos y rezos. En el suelo dejan flores, veladoras y también papel picado, a fin de seguir siendo escuchados por la Virgen de Guadalupe.
Después de su penitencia llega la hora de comer la ofrenda en la que todos los vecinos aportaron. Encabezado por asado de boda de puerco frito con manteca, arroz, sopa y frijol, acompañado de la danza para festejar un año más a los milagros y a la Virgen de Guadalupe.