¿Y después de prohibir?

 

Consecuencias de negar comida chatarra a menores en el país.

Por: Jazmín Martínez

ZACATECAS.- La obesidad es el mal mayor y la mala alimentación su causa principal. Sin embargo, es posible que el exceso de peso sólo sea el problema más visible y la malnutrición apenas una de sus causas.

La construcción social de la obesidad como un problema de salud pública es un proceso evidente en el país.

¿Por qué colocar la solución en el cambio súbito de hábitos personales y no en la eliminación progresiva de barreras de pobreza y desigualdad que limitan el acceso a una alimentación adecuada?
Las medidas aprobadas en el estado de Oaxaca se centran en la eliminación de estos productos en entornos educativos y la prohibición de su venta directa a menores en cualquier establecimiento comercial.

También busca cerrarle el paso a las industrias obstaculizando cualquier tipo de estrategias publicitarias basadas en el consumo de los mismos.

Recordemos que en 2013 se obligó a eliminar la comida chatarra de las escuelas lo cual, no funcionó.

En este contexto, cabe preguntarse cuánto podemos esperar de esta “novedosa” reforma, sobre todo, que no existen datos que avalen que una medida como la aprobada tenga éxito en la disminución de la obesidad infantil y ciertamente el proyecto de decreto no presenta ninguna evidencia al respecto.

De algún modo, una iniciativa de prohibición que no erradica lo que persigue sólo desplaza su consumo hacia otros márgenes y deposita en los individuos la responsabilidad de tomar decisiones que el estado evita por razones económicas y políticas.

Esta intervención como consecuencia tendrá mayor desempleo para las personas dedicadas a la venta de productos tanto establecidos como informales de comida chatarra.

Pues varios comerciantes en la entidad zacatecana les han preocupado que esta ley llegue a ser aplicada a nivel estatal.

“El covid nos tiene con bajas ventas, con eso nos van a dejar sin chamba y con mayor pobreza”, “Nos afecta mucho, lo poco que vendemos para poder comer ya ni eso tendríamos, y pues de este puesto dependemos dos familias” agregaron comerciantes.

(RENDER)

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