¿Por qué es tan difícil detectar a tiempo los problemas de visión de los niños?

Cerca de 600 mil adolescentes son ciegos o están a punto de serlo por culpa de problemas de visión que nunca fueron tratados cuando eran niños. Una cifra que aumenta cada año debido al uso excesivo de pantallas azules, y a los malos hábitos adquiridos tras la pandemia de Covid-19

Nos gustaría pensar que estos son casos aislados alrededor del mundo, pero en realidad una gran cantidad de niños simplemente no reciben anteojos cuando más lo necesitan ¿Por qué? Por culpa de los altos costos, y el descuido de los padres.

Los niños no entienden qué es la ceguera 

Vía Pixabay

Como adultos, sabemos que ver borroso, duplicar la imagen o sufrir de migrañas constantes es normal cuando se presenta un problema de visión. Ya sea la miopía, el astigmatismo o una degeneración macular. 

Sin embargo, los niños no entienden estos síntomas hasta que ya es demasiado tarde. La mayoría se entera que tiene un problema cuando deja de ver las letras en el pizarrón de clase. Esto debido a que le es imposible copiar o hacer su tarea. Pero un par de meses antes, los síntomas del problema de visión ya estaban, y podían corregirse, solo que el niño no lo notó. 

“Las pruebas de detección son importantes para los niños porque no se dan cuenta de lo que es anormal. No saben cómo ven sus compañeros o sus padres, por lo que no se dan cuenta de que su experiencia es diferente”.

Prevent Blindness, organización sin fines de lucro que promueve el cuidado de los ojos de los niños

Este despiste podría no ser un problema si los niños acudieran cada año a una revisión oftalmológica, al igual que acuden al pediatra. Sin embargo, ese no suele ser el caso.

Más del 61% de los niños no asiste al oftalmólogo para un chequeo, según la Encuesta Nacional de Salud Infantil de Estados Unidos. Sus únicas visitas programadas son en caso de detectar una infección, como la conjuntivitis, o cuando se quejan de no poder ver bien en clase. 

Los servicios médicos tampoco se la ponen fácil a los niños con problemas de visión

Por su parte, los padres tampoco tienen la iniciativa de llevar a sus hijos a una consulta cada año. Principalmente porque el seguro médico no cubre el tratamiento oftalmológico, con lo cual asistir a una consulta supone un costo elevado que no creen que tenga sentido pagar si el niño no se ha quejado de ninguna anomalía.

“Parece haber una suposición de que tal vez si los niños no pueden ver, simplemente le dirán a alguien, que los problemas surgirán por sí solos y que no es necesario encontrarlos”.

Kelly Hardy, directora de la asociación Children Now

La única ley que la mayoría de gobiernos estipula es que los colegios deben hacer una revisión anual de la salud de sus estudiantes, incluida la vista. Sin embargo, desde la pandemia este tipo de pruebas se han vuelto cada vez menos frecuentes, por lo que los niños ahora luchan solos por ver con claridad.

Un panorama que preocupa especialmente a los optometristas. No solo por la pérdida de agudeza que producen los problemas de visión, sino también por las dificultades de aprendizaje que pueden surgir en el niño.

Problemas de visión que los padres deberían tomar en cuenta

Créditos: Cuidateplus

Aunque existen cerca de 40 anomalías que pueden causar problemas de visión, solo tres son recurrentes en los niños menores a 13 años:

Los defectos de refracción 

En esta se incluye a la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Básicamente son todos los problemas en la retina que hacen que los ojos vean borroso de cerca o de lejos. 

El ojo vago o ambliopía 

Un desorden que se presenta en un solo ojo, por culpa de un mal desarrollo de la visión durante los primeros años de vida. Caracterizado por generar una mala percepción de la profundidad y una inclinación natural de la cabeza cuando el niño se concentra.

Y la discromatopsia 

Similar al daltonismo, es una alteración en la percepción de los colores que se desarrolla en la infancia e impide distinguir los tonos de rojo, verde, amarillo, aranja y marrón.

El problema de estas anomalías de la visión es que también pueden alterar el desarrollo cognitivo del niño. 

Por ejemplo, si ve borroso, se le hará imposible leer o escribir. Lo que a largo plazo puede crear malos hábitos de lectura, y con ello, una mala ortografía y pensamiento crítico. 

Asimismo, si el niño no distingue bien los colores, no podrá describir ni comprender cómo se ven realmente ciertos objetos en su entorno. Tales como los árboles o las manzanas.

Es por eso que los médicos están haciendo todo lo que pueden para promover los chequeos rutinarios en los preescolares. Lugares críticos para revisar los problemas de visión de los niños, ya que entre los 2 y los 4 años suelen expresarse los defectos congénitos. 

Pero aún así, el costo de los anteojos sigue recayendo en el presupuesto de los padres. Así que para evitar problemas a futuro, los oftalmólogos piden un poco de colaboración por el bien de los niños.

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