¿Dónde se esconden los mosquitos durante el invierno? Te adelantamos que no desaparecen

Los mosquitos son los insectos más molestos del verano, pero podríamos contar con los dedos de una mano la cantidad de veces que uno de ellos se ha acercado a picarnos en invierno. De hecho, es probable que muy pocos hayan oído su característico zumbido durante la cena de Nochebuena. ¿Por qué? ¿Acaso los mosquitos desaparecen en invierno?

Nos gustaría creer que es así, sin embargo la ciencia ha confirmado que estos chupasangre todavía están viviendo en nuestros hogares durante los climas invernales. Esperando a que llegue el calor y aumenten las temperaturas. Así que puede que encontremos una picadura ocasional en la piel.

 

Los mosquitos, ¿hibernan o se congelan?

Vía Pixabay

Aunque sean catalogados como “insectos tropicales”, los mosquitos también son capaces de sobrevivir a los crudos inviernos. Al menos los Culex pipiens o mosquitos comunes, que nos despiertan cada noche con su zumbido.

El detalle es que, durante este período frío, los pequeños chupasangre se vuelven mucho más silenciosos. Vuelan más lento, y consumen menos nutrientes al día. Por lo tanto, es difícil detectar su presencia, a no ser que vuelen directamente hacia nosotros. 

Sin embargo, esto rara vez suele suceder cuando las temperaturas descienden por debajo de los 17 ℃, ya que los mosquitos entran en una suerte de “hibernación” para regular su temperatura y no desaparecer en el invierno. Un proceso conocido científicamente como “diapausa”, es decir, inactividad. 

A diferencia de los animales de sangre caliente, los mosquitos no pueden controlar su propia temperatura corporal. Con lo cual necesitan agua y una buena temperatura para reproducirse. Ambas condiciones que son muy escasas en invierno, por lo que se ven obligados a “hibernar” para poder ralentizar su ciclo de vida hasta los cuatro meses. 

Todo con el objetivo de que, cuando llegue la primavera, estos puedan emerger como mosquitos adultos en perfectas condiciones, para zumbar, picar y reproducirse nuevamente. 

Un ciclo de hibernación que no solo está restringido a los huevos de mosquito, que tienen una capa térmica, sino que también aplica para los chupasangre adultos. Solo que estos se refugian en puntos estratégicos del entorno.

Entonces, ¿dónde podríamos encontrar a un mosquito adulto en invierno? 

Vía Pixabay

Una vez que llega el clima frío, los mosquitos adultos a la intemperie se esconden en los huecos de los árboles, las madrigueras de los animales y dentro de las grietas. 

Por su parte, los que tienen suerte de llegar a los hogares, optan por permanecer ocultos en el garaje, los sótanos u otras estructuras alrededor de nuestras casas. Tales como tubos, buzones, cajas o estanterías.

Incluso, puede pasar que algunos mosquitos decidan esconderse en los baldes de agua congelados, tal y como hacen en verano con el agua estancada. Con lo cual se pueden encontrar sus cuerpos, aparentemente sin vida, en estas aguas. O en su defecto, sus larvas, que aún están desarrollándose en el fondo, solo que mucho más lento de lo habitual.

 

Esto ocurre especialmente en las regiones costeras de Australia y Japón, ya que los huevos del mosquito de las marismas (Aedes vigilax) se asientan perfectamente en el suelo. Lo que hace que eclosionen con el primer rayo de Sol.

Por lo tanto, la mejor forma de hacer que un mosquito desaparezca en invierno es limitando el calor que recibe. Es decir, apagando la calefacción en las zonas poco concurridas.

“Cuanto más cálido sea, más activos estarán los mosquitos”.

Cameron Webb, patólogo en el NBW Health

Aunque, de hecho, existen algunos mosquitos que son capaces de hidratarse mientras esperan que las temperaturas vuelvan a subir. Como por ejemplo, el mosquito japonés (Aedes japonicus). Así que también es necesario vaciar los baldes de agua estancada durante las estaciones frías. 

¿Es importante saber que los mosquitos no desaparecen con el frío?

Sin duda, ya que los mosquitos están estrechamente relacionados con muchos virus endémicos. Por lo tanto, saber que virus como el de la encefalitis japonesa, la malaria, el paludismo o el zika siguen activos incluso en invierno, puede ahorrarnos muchos problemas. 

Por supuesto, al hibernar, estos virus se propagan mucho menos. Pero eso solo significa que en primavera habrá brotes de enfermedades importantes

Conocer la propagación estacional de los mosquitos, entonces, podría ayudar a las autoridades sanitarias a diseñar mejores programas de vigilancia y control anual. Lo que salvaría muchas vidas en Australia y otras zonas costeras.  

Y quizás algún día, este conocimiento también revele una grieta en la armadura de los mosquitos, para que los humanos puedan hacerlos desaparecer definitivamente en invierno y en verano.

Así que, procuremos que en la próxima Nochebuena no se cuele ningún chupasangre indeseado.

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