¿Estudiar las heces de bebés podría ayudar a conocer más sobre la salud intestinal?

Un grupo de investigadores quiso comprender un poco más sobre la salud intestinal, por eso decidieron estudiar las heces de bebés de una comunidad de cazadores-recolectores de Tanzania.

Como se sabe, las heces contienen una multitud de microorganismos, que incluyen bacterias, virus y hongos que habitan en nuestros intestinos. Estos microorganismos dan una idea de la salud de nuestros microbiomas intestinales.

 

Las heces de bebés son cruciales para estudiar y escudriñar la salud intestinal. Este ecosistema microbiano no está completamente establecido en el momento en que nacemos. Los microbiólogos han descubierto que nuestros microbiomas comienzan a establecerse durante los primeros seis meses de vida, al menos en los países industrializados occidentales.

Una vez que se establecen nuestros microbiomas intestinales, permanecen así por el resto de nuestras vidas. Por esta razón es clave comprender el desarrollo temprano de este ecosistema microbiano.

Vía Depositphotos.

Para saber más sobre la salud intestinal, es preciso estudiar las heces de bebés

Los científicos saben mucho sobre los microbiomas intestinales de los bebés que crecen en países industrializados, como los Estados Unidos. Sin embargo, saben mucho menos sobre este mismo proceso que ocurre en los bebés que viven en poblaciones no industrializadas.

En un estudio, un equipo de investigadores recolectó muestras de heces de bebés pertenecientes al pueblo Hadza, un grupo de cazadores-recolectores que vive en Tanzania.

Los hadza son únicos porque se encuentran entre las últimas comunidades de cazadores-recolectores que quedan en el mundo y tienen microbiomas increíblemente diversos. Los miembros de esta comunidad ingieren más de 100 gramos de fibra por día. Esta dieta y estilo de vida podrían estar contribuyendo al desarrollo del robusto microbioma de la gente Hadza.

Mejorar la salud intestinal

Para comprender mejor, los investigadores secuenciaron las heces de los bebés hadza. Un proceso que les ayudó a identificar qué cepas de bacterias y otros organismos viven dentro.

 

Luego, compararon lo que encontraron con una base de datos de secuencias de muestras de heces de bebés de 18 grupos de población de todo el mundo. Los investigadores encontraron que, en general, la mayoría de los bebés comienzan con tipos similares de microbios intestinales. Pero lentamente, su composición bacteriana comienza a cambiar.

Para los bebés que viven en países industrializados, sus microbiomas comienzan a cambiar y desarrollarse alrededor de los seis meses. Mientras que en los bebés que viven en ambientes menos industrializados, como los hadza, sus microbiomas no comenzaron a cambiar hasta que tenían alrededor de 30 meses, o dos años y medio.

Los investigadores encontraron que el principal impulsor de estos cambios en los microbios intestinales era el estilo de vida en lugar de la geografía.

Este resultado muestra que algo en las sociedades industrializadas está causando que se pierda la diversidad microbiana, lo que se asocia con una mejor salud.

Los científicos descubrieron que el microbioma intestinal puede influir en todo, desde qué tan bien funciona nuestro sistema inmunológico hasta nuestra salud mental e incluso qué tan bien funcionan nuestros músculos cuando hacemos ejercicio.

Por lo tanto, es importante comprender qué mantiene nuestros intestinos diversos y saludables. Esto podría ser crucial para prevenir o tratar enfermedades. Además, comprender qué es un microbioma saludable y cómo cultivarlo es crucial, porque puede ayudarnos a volver a la normalidad y mejorar nuestra salud y calidad de vida.

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