Feroz batalla en la industria francesa del champán, debida al coronavirus

Por Radio Francia Internacional

Texto por:Vicenta Linares

Debido a la crisis del coronavirus en Francia, una feroz batalla se está librando en su sagrada industria del champán sobre la cosecha de esta temporada, en la que se enfrentan los productores y las grandes casas sobre el volumen de la oferta.

En Francia, la pandemia de Covid-19 también afecta a su más preciado vino. Las principales casas de champán exigen una fuerte reducción de los rendimientos de las cosechas debido a la caída de las ventas, mientras los cultivadores dicen que esto diezmaría sus ingresos.

Comerciantes vs. productores

Tradicionalmente, ambas partes negocian cuántas uvas son cosechadas por los cientos de cultivadores de champán cada año, muchos de los cuales venden a comerciantes, incluyendo grandes marcas como Veuve Clicquot o Pommery. El objetivo es limitar los riesgos de malas cosechas y oscilaciones drásticas de precios que podrían dejar a muchos fuera del negocio.

Pero los comerciantes dicen que sus bodegas ya están llenas, y con ingresos afectados por la crisis no pueden permitirse producir más botellas de las que pueden vender. Con un precio por kilo que se espera que siga siendo relativamente fuerte este año –de unos 6,50 euros– hay mucho en juego.

 

“Los cultivadores quieren 8.500 kilos por hectárea y las casas entre 6.000 y 7.000 kilos”, explica Bernard Beaulieu, un cultivador de Mutigny, un pueblo de viñedos al sur de Reims, la capital de la región francesa de Champagne. “No tener un acuerdo con los cultivadores a un mes de las cosechas es algo nunca antes visto desde después de la Segunda Guerra Mundial”, añade.

La Union des Maisons de Champagne (UMC) pronostica que venderá 100 millones de botellas menos este año, y dice que más de mil millones de botellas están actualmente esperando en las bodegas de champán, lo que representa varios años de ventas potenciales.

El director general de la UMC, David Chatillon, dijo que no hará comentarios sobre la disputa antes de la reunión del 18 de agosto del Comité de Champagne, que agrupa tanto a cultivadores como a comerciantes.

Cosecha “excepcionalmente buena”

Los cultivadores están especialmente furiosos porque la cosecha de este año, que comenzará el 20 de agosto, será “excepcionalmente buena, con vides capaces de producir hasta 16.000 kilos por hectárea”, comenta Bernard Beaulieu.

Maxime Toubart, jefe de la asociación de cultivadores SGV, acusó a los comerciantes de poner en peligro sus medios de subsistencia al tratar de aprovechar una crisis para reducir los costos de almacenamiento: “Los cultivadores están exigiendo un nivel de rendimiento que cubra los envíos del 2020 y que al mismo tiempo asegure la supervivencia de los viñedos”, expresó.

Para Yves Couvreur, de la federación de cultivadores independientes FRVIC, que agrupa a unos 400 viñedos que también producen su propio champán, “9.000 kilos por hectárea es el límite, no podemos ir más allá”. Entre otras cosas, Couvreur quiere tener más influencia frente a los comerciantes, permitiendo a los cultivadores que dejen madurar sus vinos en las bodegas durante más tiempo, hasta 18 o incluso 24 meses en lugar de los 15 actuales.

Por ahora, si no se llega a un acuerdo sobre los rendimientos, la decisión se dejará en manos del Instituto Nacional de Origen y Calidad de Francia (INAO), que rige las denominaciones de origen de los vinos del país.

Con la AFP

 

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