Géneros flexibles en la Edad Media: la tumba de Suontaka pudo haber alojado una persona no binaria

La presencia de armas en una antigua tumba hallada en Suontaka, Finlandia, en la que había ropa femenina ha desconcertado a los arqueólogos durante décadas. Para explicarlo, han planteado teorías, como que se trataba de una tumba doble, de una mujer y un hombre; mientras que otros creen que se trataba de una mujer poderosa o una guerrera. Sin embargo, una nueva investigación las desafía por completo.

En su lugar, la espalda y la ropa femenina podrían ser una prueba de la aceptación y respeto que pudo haber durante la Edad Media hacia personas de género no binario. Por tanto, es probable que durante dicho período los roles de género fueran más flexibles de lo que plantean las creencias tradicionales.

Teorías que tratan de explicar la variedad de objetos dentro de la tumba de Suontaka

En 1968, durante el proyecto de excavación, los arqueólogos hallaron una espada con mango de bronce que los condujo a una tumba de armas con broches en Suontaka Vesitorninmäki, Hattula, Finlandia, que tenía casi 1000 años de antigüedad. Pero no fueron las armas como tal las que despertaron el interés de los científicos por ella, sino la presencia simultánea de objetos que, para entonces, estaban bien diferenciados por géneros.

Mango de la espada de la tumba Suontaka.
La famosa espada de la tumba Suontaka. Crédito: Agencia de Patrimonio de Finlandia (CC BY 4.0).

Dentro de la tumba había joyas que indicaban que la persona que fue enterrada allí vestía ropa femenina de la época. Pero, ¿cómo encajaba esto con una espada, una herramienta tan vinculada a la masculinidad para entonces?

Algunos interpretan el hallazgo como una evidencia de mujeres guerreras y líderes en la Finlandia medieval temprana; otros consideran poco probable que una mujer fuera enterrada con una espada en aquella época, por lo que creen que pudo tratarse de un entierro doble.

No era un entierro doble; la tumba alojó solo a una persona

Ilustración de la persona de género no binaria dentro de la tumba de Suontaka en su funeral en la Edad Media.
A la izquierda, dibujo de la tumba. A la derecha, representación artísticas de cómo podría haber sido el difunto en su funeral. Crédito: Ulla Moilanen.

Por fortuna, un análisis genético más reciente aclara al misterio que se ha mantenido durante más de 50 años. Para empezar, de las dos espadas dentro de la tumba, sola una pertenecía al lugar del entierro original. La otra probablemente fue escondida después.

Tampoco se trataba de un entierro doble de hombre y mujer; en realidad, la tumba de Suontaka alojó a solo una persona que, a pesar de vestir ropa femenina, tenía una espada sin empuñadura en el lado izquierdo de la cadera. Esta se encontraba sobre una manta de plumas suaves con pieles y objetos valiosos, lo que sugiere que fue una persona respetada en vida.

Una persona no binaria en la la tumba de Suontaka

Lo curioso es que es difícil decir que correspondía a uno de los dos géneros reconocidos en su época. Pero, aunque su ADN estaba muy deteriorado, los científicos descubrieron que el individuo tenía cromosomas XXY, una condición conocida como el síndrome de Klinefelter.

“Según los datos actuales, es probable que el individuo encontrado en Suontaka tuviera los cromosomas XXY, aunque los resultados del ADN se basan en un conjunto muy pequeño de datos”, dice la Investigadora Postdoctoral Elina Salmela de la Universidad de Helsinki.

Los síntomas clínicos del síndrome de Klinefelter varían drásticamente entre una persona y otra, pero, en general, corresponde con niveles bajos de testosterona y masa muscular, escaso vello facial y vello corporal, y baja producción semen. Una persona con síndrome de Klinefelter puede ser anatómicamente un hombre, pero aun así tener senos, por ejemplo.

Una prueba de la flexibilidad de género en la Edad Media

Objetos hallados en la tumba de Suontaka.
A la izquierda, hebillas de copas delantera y trasera con un pequeño residuo textil. Al lado y arriba, un portacadenas y abajo, una hebilla de herradura. A la derecha un cuchillo con vaina y debajo una hoz. Crédito: Ulla Moilanen.

Los investigadores creen que la persona enterrada en la tumba de Suontaka correspondía con el género no binario. Por tanto, es probable que su hallazgo constituya una prueba de que, incluso en la Edad Media, pudo haber existido alguna flexibilidad de género.

Quizás lo más fascinante de este descubrimiento es que probablemente este individuo fue aceptado, valorado y respetado a pesar de ser “diferente”.

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