Metas para aplicar el homeschooling de manera óptima

 

Por: Luis Enrique Ramírez

Basada en el autoconocimiento y la crianza cognitiva, la pedagogía blanca es una forma de educar, enseñar y acompañar a los niños en su crecimiento y su aprendizaje, que tiene como base y objetivo ofrecerles las herramientas que necesitan para desarrollar todas sus potencialidades desde el respeto a sus procesos madurativos, fomentando su curiosidad natural, su espíritu crítico y su creatividad y que ahora, en tiempo de pandemia fue adecuada para que niños y jóvenes en el país no se vieran retrasados académicamente.

Pero en México, la tecnología ha rebasado a la docencia, pues no hay preparación óptima para que esta variante pedagógica se efectúe de la manera más eficaz y es la mercadologa Ana Selia Delgado, con una maestría en educación y proyectos educativos quién nos lo explica.

Primeramente comentó que en el país no existe una capacitación ideal en torno al uso de la tecnología, lo cual impide una conexión entre docente y alumno por medio de la comunicación en línea.

“Es complicado que en México se pueda llevar un modelo de home schooling. No estamos preparados para el home office ni para clases en línea. No se educó para poder utilizar las clases en línea” comentó.

Y es que una de las principales dificultades es la capacitación tecnológica, pues los docentes no tienen control total de las plataformas en las que se busca brindar la formación educativa, con mayor deficiencia en zonas rurales, donde las herramientas tecnológicas se han limitado únicamente a dejar numerosas tareas que según el testimonio de padres de familia, no significa un aprendizaje completo para sus hijos.

El reto en esta materia es lograr que los docentes aprendan a usar estas herramientas, pues el sector estudiantil está inmerso en la tecnología, lo que también, puede dejar secuelas si se orienta de manera errónea.

“El uso de la tecnología tiene cosas buenas, sin embargo, la cuestión de socializar y el hecho de querer hacer todo con estas tiene consecuencias que no son las mejores” agregó en torno al esfuerzo físico que cada niño o estudiante puede perder por estar latentemente frente a un dispositivo.

“Pará mí es mejor que ahorita mis hijos aprendan a hacer otras cosas que las que ven en la escuela. El aprender a sumar a restar que es vital y de importancia pero es algo que seguirán viendo, pero qué importante es que ellos sepan hablar, comunicarse, que ellos sepan sobre la administración de tiempo. Es algo que los papás también hemos descuidado” agregó.

En conclusión. El uso de los aparatos no sólo se basa en maniobrarlos en su totalidad, sino también guiar, en este caso a niños sobre el uso adecuado de éstas herramientas.

Perder el miedo a la tecnología y actualizarse es crucial para que el aprendizaje no sólo sea a base de un número excesivo de tareas, sino que la comunicación sea adecuada para el óptimo desarrollo académico.

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