Perder a un abuelo desencadena la depresión en los adolescentes ¿Cuáles son los síntomas?

La muerte de un familiar nunca se supera, pero un nuevo estudio sugiere que la pérdida de un abuelo es, sin duda, la muerte más dolorosa dentro de cualquier familia. No solo por lo que esa persona fue en vida para sus hijos, hermanos o sobrinos, sino también por las repercusiones que tiene su muerte en la salud mental de los nietos. 

El abandono escolar o la fatiga son solo algunos de los síntomas de depresión adolescente que aparecen tras perder a un abuelo. Pero hay muchos más que se esconden detrás de las lágrimas y el dolor de los más jóvenes.

La tristeza adolescente es un factor de riesgo para la depresión crónica

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El estudio de la Universidad de Pensilvania encontró que los adolescentes pueden estar hasta siete años procesando la pérdida de un abuelo. Esto debido a que suele ser su primera experiencia cercana con la muerte. Por lo tanto, su proceso de duelo es mucho más duro, y acaba convirtiéndose en un catalizador para la ansiedad juvenil.

Los primeros síntomas de depresión que pueden surgir en los adolescentes son el retraimiento y la tristeza. Es decir, cuando los hijos dejan de hablar, o hacer las cosas que antes disfrutaban porque simplemente tienen ganas de llorar.

En las mujeres jóvenes este patrón suele ser bastante evidente, ya que son más propensas a exteriorizar sus emociones. Pero eso no significa que en los varones no exista ningún síntoma de depresión tras perder a un abuelo. Es solo que la mayoría tiende a interiorizar su tristeza para evitar “parecer débiles”.

Si los padres no tratan estas emociones negativas durante las primeras semanas, entonces es probable que los adolescentes desarrollen un segundo grado de depresión. Esta vez, caracterizado por la falta de apetito, la ansiedad, la fatiga y el insomnio. Lo que puede arriesgar su desempeño académico.

Los síntomas en este tipo de depresión adolescente son similares a lo que se conoce como “depresión mayor” en los adultos. Con lo cual los episodios entre un síntoma y otro son prolongados y alteran gravemente la mente del joven. Tanto así que, al cabo de unos años, el último paso es el suicidio o el consumo de drogas.

Como vemos, una cadena de depresión acumulada que empieza solo por la tristeza.

¿Por qué los adolescentes sufren más la muerte de un abuelo?

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No existe una respuesta global a esta pregunta, ya que todo depende del entorno familiar, la complicidad entre el abuelo y el nieto, y el tiempo que estuvieron juntos. Sin embargo, los investigadores de este estudio creen que puede ser por la mezcla de varios factores.

Por una parte, está esa primera experiencia con la muerte que le hace entender al joven lo finita que es la vida humana. Tanto para él como para sus seres queridos. 

 

Mientras que por otro lado está la imagen que el abuelo proyecta en los jóvenes. En el caso masculino, la de un modelo a seguir por los más pequeños. Y en el caso de las niñas, la de un amigo y confidente que cree en ellas.

Incluso puede que alguno de estos factores mentales se combine con otros para el momento en que ese ser querido fallece.

Por ejemplo, durante la pandemia, muchos adolescentes tuvieron que experimentar la muerte de un abuelo mientras se enfrentaban al aislamiento, la histeria colectiva, y las clases virtuales. Con lo cual su vida dio un giro de 360° que ni siquiera un adulto podría resistir.

“Más de 4 millones de adolescentes entre los 9 y 15 años tienen abuelos que murieron de COVID-19. Un aumento notable que se suma a los 12 millones de niños que normalmente pierden a sus abuelos anualmente. La depresión es un riesgo latente”.

Michelle Livings, coautora de la Universidad del Sur de California.

Así que, la verdadera pregunta no es por qué una muerte puede desencadenar los síntomas de depresión en los adolescentes. Lo importante es saber cómo los padres podrían evitar este trastorno mental.

¿Cómo enseñarle a los adolescentes a superar la depresión y el luto?

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La intervención temprana tras la pérdida de un abuelo puede mitigar los síntomas más peligrosos de la depresión en los adolescentes. Es decir, el insomnio, la fatiga, el mal desempeño y las tendencias suicidas. 

El tratamiento más frecuente en estos casos es la terapia cognitivo-conductual o TCC. Básicamente, sesiones cara a cara con un psicólogo para que el niño se de cuenta de sus pensamientos negativos y asuma una mejor postura. 

Si la depresión ya es crónica, el tratamiento puede incluir una combinación de psicoterapia y antidepresivos hasta que el joven se recupere del luto. 

Pero ante todo, es vital que los padres apoyen en todo momento a sus hijos cuando ocurren estas pérdidas familiares. Los síntomas de la depresión adolescente se pueden prevenir con atención y cariño.

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